'Il Tempo' decide no publicar los suicidios de jóvenes para evitar que la 'moda' siga

El hecho de que en pocos días se hayan suicidado en Italia 10 jóvenes con el mismo ritual de aspirar los gases del escape dentro del automóvil a través de un dispositivo rudimentario ha llevado al diario Il Tempo, de Roma, a no publicar en adelante ningún suicidio de jóvenes. Esta decisión, que había sido anunciada el pasado lunes en un editorial del director del diario, Franco Cangini, titulado 'Cuando la información puede matar', ha suscitado un debate apasionado en los medios de comunicación.

El autor de la drástica decisión de no volver a publicar noticias sobre los suicidios de...

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El hecho de que en pocos días se hayan suicidado en Italia 10 jóvenes con el mismo ritual de aspirar los gases del escape dentro del automóvil a través de un dispositivo rudimentario ha llevado al diario Il Tempo, de Roma, a no publicar en adelante ningún suicidio de jóvenes. Esta decisión, que había sido anunciada el pasado lunes en un editorial del director del diario, Franco Cangini, titulado 'Cuando la información puede matar', ha suscitado un debate apasionado en los medios de comunicación.

El autor de la drástica decisión de no volver a publicar noticias sobre los suicidios de los jóvenes o como mucho de dar la noticia con un breve en las páginas internas, el director de Il Tempo, ha justificado su gesto apoyándose en uno de los mayores sociólogos italianos, Sabino Acquaviva, catedrático en Padua, quien había comentado "el efecto de la imitación" en estos casos. Y ha explicado que su periódico, ignorando estas noticias, "quiere prevenir" el suicidio juvenil.Interrogado telefónicamente por EL PAíS, el sociólogo Acquaviva ha explicado que él nunca ha afirmado que dichas noticias deben ser ignoradas por la información: "En dicho caso, nunca se podría hablar de nada negativo", ha dicho. "Lo que yo he afirmado es que sin duda existe un factor de imitación que en sujetos débiles y ya predispuestos al suicidio podría acelerarles la mortal decisión". Y ha añadido:, "Yo estoy a favor de que se publiquen estos casos, por dolorosos que sean. Lo que sí distinguiría es el modo en que tales noticias se dan, porque estoy en contra de que se amplíen con sensacionalismo, por mero interés de mercado, o que se publiquen ciertas fotografías que son inútiles para una información seria".

Por su parte, Indro Montanelli, considerado el patriarca del periodismo italiano, director y fundador de Il Giornale de Milán, ha reaccionado con fuerza: "No acepto la autocensura. No hay noticias que por principio no se deban dar. Si no se pudiese hablar de suicidios tampoco podríamos hablar de homicidios, de terrorismo, de estupros, .... Si entramos en esta lógica no podríamos hacer un periódico". Le hizo eco Gianni Rocca, subdirector de La Repubblica. "Lo que habría que preguntarse", afirma Rocca, "es por qué existen jóvenes con tal fragilidad que les baste un título de un diario para quitarse la vida".

Vittorio Feltri, director del semanario L'Europeo, ha alertado irónicamente contra quienes de cuando en cuando "intentan redactar el decálogo del buen periodista" y afirma: "Cualquier fórmula o código preestablecido es lo opuesto al periodismo. Los periódicos deben contar lo que pasa, sin excluir el mal". Y Renzo Foa, nuevo director de L'Unitá, el diario comunista, insiste en que "no pueden existir temas prohibidos para la información" y lo único que admite, en circunstancias excepcionales, son los llamados casos de "utilidad social".

La televisión

Sólo Bruno Vespa, el nuevo director del mayor informativo de la RAI, el TG-1, se ha declarado de acuerdo con el director de Il Tempo, aunque sólo en parte. La RAI, frente al miedo del proceso de imitación desencadenado por el suicidio por gas en los jóvenes, decidió dar la noticia muy brevemente, sólo en los últimos informativos de la madrugada y no en los de mayor escucha de la noche. Y ha justificado su decisión afirmando que "la televisión tiene una responsabilidad aun mayor que los periódicos".Durante el funeral de los dos jóvenes que se han suicidado con el gas del coche en Prato, el párroco Giovanni Giamboni, ante 2.000 personas presentes, afirmó: "No debemos interrogarnos sobre los motivos que han empujado a Giordano y Daniele a quitarse la vida. ( ... ) Preguntémenos qué hace nuestra sociedad por estos jóvenes cada día más abandonados a su propio destino tras haberse resquebrajado todos los valores".

Ayer se conoció el hecho del último suicidio de esta moda. Ocurrió en Verona y se trata de Margarita Piazzi, de 28 años.

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