Dos personas mueren en la explosión de un taller de pirotecnia en Valencia

Salvador Sanmartín, de 81 años, y María Cervera Herrero, de 39, resultaron muertos como consecuencia de la explosión que se produjo ayer poco después de las cuatro de la tarde en el taller pirotécnico Juan Esteve, SL, en el término de Vilamarxant, situado a unos 30 kilómetros de Valencia. Una primera explosión, cuyas causas se desconocen, provocó el estallido en cadena de otras tres casetas y el incendio de una furgoneta que se encontraba en las proximidades.

El dueño de la instalación, Juan Bautista Esteve, de 55 años, resultó con heridas leves y fue dado de en la tarde de ayer. A las ...

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Salvador Sanmartín, de 81 años, y María Cervera Herrero, de 39, resultaron muertos como consecuencia de la explosión que se produjo ayer poco después de las cuatro de la tarde en el taller pirotécnico Juan Esteve, SL, en el término de Vilamarxant, situado a unos 30 kilómetros de Valencia. Una primera explosión, cuyas causas se desconocen, provocó el estallido en cadena de otras tres casetas y el incendio de una furgoneta que se encontraba en las proximidades.

El dueño de la instalación, Juan Bautista Esteve, de 55 años, resultó con heridas leves y fue dado de en la tarde de ayer. A las 16.15 horas una primera explosión, de origen desconocido, en una caseta del taller, ocasionó la muerte de Salvador Sanmartín, que falleció calcinado. Como resultado del primer estallido, explosionaron a continuación tres casetas próximas. También quedó destruida por el fuego una furgoneta que se usaba en el traslado de materiales pirotécnicos.El fallecido Salvador Sanmartín, suegro del dueño del taller, había trabajado durante toda su vida como pirotécnico y en la actualidad se ocupaba de llevar el control de los materiales y productos de la instalación, según informó ayer la Guardia Civil.

María Cervera, empleada del taller, resultó alcanzada por el impacto de la primera explosión y por el fuego que se originó posteriormente en las otras casetas. La trabajadora falleció en el hospital La Fe de Valencia como consecuencia de las graves heridas debidas a la explosión, y no por las quemaduras.

Según la Guardia Civil de Llíria, el taller pirotécnico contaba con licencia y, según las inspecciones practicadas, cumplía las normas de seguridad en la manipulación de los materiales explosivos.

La onda expansiva de las explosiones ocasionó roturas de cristales y puertas en la oficina del taller, a unos 60 metros del lugar de la detonación original. En el momento de producirse la explosión sólo se encontraban tres personas en el taller: los dos fallecidos y el herido leve.

El accidente de ayer viene a sumarse a las continuas explosiones pirotécnicas en los últimos dos años registradas en la Comunidad Valenciana.

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