La protección del libre comercio

Arthur Dunkel, director general del GATT desde hace 10 años, defenderá el libre comercio esta semana desde Suiza, su país de origen. Un eventual fracaso de las negociaciones de la ronda Uruguay, sería, a su juicio, "catastrófico", pues ese hundimiento Podría arrastrar consigo al propio GATT como institución.Este eventual fracaso es bastante improbable, en opinión del secretario de Estado de Comercio, Jaime Comenge. "Sería un acontecimiento político de tintes excesivamente negativos, principalmente para las relaciones entre el mundo desarrollado y el subdesarrollado, que exigiría tomar m...

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Arthur Dunkel, director general del GATT desde hace 10 años, defenderá el libre comercio esta semana desde Suiza, su país de origen. Un eventual fracaso de las negociaciones de la ronda Uruguay, sería, a su juicio, "catastrófico", pues ese hundimiento Podría arrastrar consigo al propio GATT como institución.Este eventual fracaso es bastante improbable, en opinión del secretario de Estado de Comercio, Jaime Comenge. "Sería un acontecimiento político de tintes excesivamente negativos, principalmente para las relaciones entre el mundo desarrollado y el subdesarrollado, que exigiría tomar medidas de urgencia, y convocar una nueva reunión antes de la fecha límite de diciembre para alcanzar algún tipo de acuerdo". Para descartar este posibilidad, Dunkel convocó a los representantes de las distintas delegaciones hace un mes y les conminó a que reflexionaran sobre la fragmentación en bloques comerciales a que podría llevar un eventual fracaso de la ronda Uruguay.

La defensa del libre comercio se enfrentará, en las reuniones de esta semana, a un problema táctico. Todos, y más los grandes, intentarán agotar hasta el último minuto antes de realizar la más mínima concesión. El resultado tendrá que esperar, pues, hasta la madrugada del viernes al sábado, tal como ya ocurrió en Punta del Este, donde se empezó a redactar el acuerdo cuando la delegación norteamericana tomaba el camino del aeropuerto.

La protección del libre comercio exige también la adopción de medidas disciplinarías. Estados Unidos es el más arduo defensor de la necesidad de un acuerdo que proteja la propiedad intelectual y evite la competencia comercial de los países en desarrollo que plagian productos químicos, farmacéuticos, e informáticos que han exigido un elevado gasto en investigación para lanzarlo al mercado.

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