Sancionados cuatro policías de Irún que denunciaron al comisario Baniandrés
Cuatro agentes del Cuerpo Nacional de Policía, adscritos a la plantilla de la comisaría de Irún, han sido expedientados con la retirada del arma y la placa y la separación del servicio durante varios días. La sanción es consecuencia, según el sector crítico del Sindicato Unificado de Policía (SUP) de Guipúzcoa, de la denuncia que agentes de dicha organización interpusieron contra el comisario Mariano Baniandrés, implicándole en la presunta desaparición de 145 kilos de cocaína de un alijo aprehendido en Irún en 1988.
Entre los agentes se encuentra Antonio Atienza, quien ocupó el carg...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
Cuatro agentes del Cuerpo Nacional de Policía, adscritos a la plantilla de la comisaría de Irún, han sido expedientados con la retirada del arma y la placa y la separación del servicio durante varios días. La sanción es consecuencia, según el sector crítico del Sindicato Unificado de Policía (SUP) de Guipúzcoa, de la denuncia que agentes de dicha organización interpusieron contra el comisario Mariano Baniandrés, implicándole en la presunta desaparición de 145 kilos de cocaína de un alijo aprehendido en Irún en 1988.
Entre los agentes se encuentra Antonio Atienza, quien ocupó el cargo de secretario del SUP de Guipúzcoa. Tras las denuncias presentadas por los policías José Antonio Atienza y Emilio Prado contra Baniandrés, se abrieron dos investigaciones internas, y en ninguna de ellas se pudo demostrar que las acusaciones tuviesen consistencia, según indicó el gobernador civil de Guipúzcoa, José María Gurrutxaga, ya que no se aportaron datos ni pruebas.
Paralelamente, la juez de primera instancia de Irún, Ruth Alonso, inició las correspondientes diligencias. El 19 de junio los policías entregaron a la titular del juzgado un informe en el que se vinculaba a Mariano Baniandrés con el contrabando y la apropiación de joyas y oro robados. El informe, según se pudo comprobar, había sido falsificado y entregado por un guardia civil en el aparcamiento del aeropuerto de Ondarribia, a cambio de una cinta de vídeo.