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La RFA e Inglaterra juegan una semifinal rodeada de recuerdos históricos

Las selecciones de la República Federal de Alemania (RFA) e Inglaterra vuelven a encontrarse hoy (ocho de la tarde, TVE-2) en las semifinales de un Campeonato del Mundo de fútbol y en un emparejamiento que ha ofrecido dos de los partidos más intensos en la historia de la competición: la final de Inglaterra 66 (4-2 a favor de los ingleses) y uno de los cuartos de final de México 86 (3-2 para los alemanes), ambos resueltos en prórrogas agónicas. Los dos equipos se preparaban ayer para vivir uno de esos partidos en los que el corazón supera al cerebro. A las dos selecciones les gusta jugar a la m...

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Las selecciones de la República Federal de Alemania (RFA) e Inglaterra vuelven a encontrarse hoy (ocho de la tarde, TVE-2) en las semifinales de un Campeonato del Mundo de fútbol y en un emparejamiento que ha ofrecido dos de los partidos más intensos en la historia de la competición: la final de Inglaterra 66 (4-2 a favor de los ingleses) y uno de los cuartos de final de México 86 (3-2 para los alemanes), ambos resueltos en prórrogas agónicas. Los dos equipos se preparaban ayer para vivir uno de esos partidos en los que el corazón supera al cerebro. A las dos selecciones les gusta jugar a la máxima velocidad, presionando constantemente al rival en una demostración de derroche físico. Franz Beckenhauer, el técnico germano, definió muy bien cuál es el ambiente que rodea este choque: "Llevamos 20 años jugando igual. Los dos siempre vamos hacia adelante".

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La República Federal de Alemania es la favorita de la segunda semifinal del Campeonato del Mundo, pero el rendimiento de Inglaterra en la prórroga ante el sorprendente e indomable Camerún ha asustado a los jugadores que dirige Franz Beckenbauer, que precisamente sufrieron una crisis física en los últimos 20 minutos de su encuentro ante Checoslovaquia también en los cuartos de final.La culpabilidad del bajón flisico ante Checoslovaquia, según los médicos alemanes, recae en un error producido en el menú gastronómico. Los jugadores comieron demasiada carne y poca pasta, lo que originó que no tuvieran reservas de carbohidratos. "En el vestuario tuve que ponerles a todos los jugadores una inyección de vitaminas", dijo el médico alemán. El centrocapista Mattháus incluso sufrió un amago de desmayo y se retiró urgentemente al hotel de la concentración para descansar. Según Beckenbauer, el fallo gastronómico está resuelto -se supone que los alemanes deben de estar hinchándose a espaguetis- y el bajón físico no se producirá hoy porque tampoco se juega a las cinco de la tarde como sucedió ante Checoslovaquia, con todo el calor propio de la época, circunstancia ésta que había alarmado a los técnicos a la vista de que los partidos de la tarde resultaban muy condicionados por el desgaste físico.

Motivación

Curiosamente, Inglaterra tuvo que jugar 120 minutos ante Camerún y, sin embargo, no se siente preocupada por la recuperación del esfuerzo: "Jugar una semifinal de un Mundial es una motivación suficiente como para hacer olvidar el cansancio", dijo ayer su seleccionador, Bobby Robson. Inglaterra está concentrada en Asti, a unos 40 kilómetros de Turín, en el mismo hotel que ocupó la selección brasileña, eliminada por la argentina en los octavos de final. Robson anunció que, salvo un cambio espectacular, no podría contar con John Barnes, el centrocampista del Liverpool que interesó recientemente al Real Madrid y considerado este año como el mejor jugador de la Liga inglesa. Barnes sufrió una lesión muscular ante Camerún, pero su rendimiento en el transcurso del Mundial ha sido muy mediocre. La alineación de Wright, que sufrió ante los cameruneses una herida en el párpado del ojo izquierdo que precisó seis puntos de sutura, dependerá del propio jugador, según Robson, pese a que los médicos consideran que necesitaría una semana de descanso. Wright aclaró cualquier tipo de dudas: "Estamos hablando de las semifinales del Mundial y estoy preparado para jugar".Según Robson, "el partido va a ser una batalla muy dura y equilibrada". Eso no le preocupa porque dice tener los hombres adecuados: "Con 1-2 contra Camerún, mis jugadores me sorprendieron por su tremenda determinación. Desde el banquillo no les dije nada. Fueron ellos los que se negaron a rendirse. Hemos pagado un precio muy duro porque, además de Barnes y Wright, también tiene problemas Walker y todos los jugadores están agotados. Pero seguimos aquí y eso es lo que importa. Ahora hay que tratar de que los alemanes no jueguen tan bien como querrían hacerlo".

La República Federal de Alemania se siente como la gran favorita, aunque los problemas flisicos ante Checoslovaquia han frenado la euforia. Beekenbauer mantendrá la misma línea defensiva -"la primera que no ha encajado un gol", dijo- y sigue sin contar con Hässler, una de las estrellas antes del Mundial, para una función que está desarrollando muy bien Littbarski. En la delantera vuelve Vóller, al que su entrenador considera como "el mejor atacante del Mundial". La ausencia de Völler ante Checoslovaquia ha abierto la única brecha en un equipo alemán escasamente problemático. Völler acusó a su compañero Minsmarín de "haber perdido la cabeza en la última media hora", mientras que éste, a su vez, le echó la culpa a Riedle: "Jugó de una forma egoísta". Völler y Minsmarín tienen serias opciones hoy ante una defensa inglesa muy lenta y que Robson ha reforzado con la inclusión de un libero por detrás de cuatro compañeros en línea a costa de restarle eficacia al centro del campo, donde realmente quien manda es el variopinto Gascoigne, toda una personalidad fuera y dentro del campo.

Amonestaciones

Beckeríbauer comienza ya a hablar de la final: "Hay que aprovechar la oportunidad para estar en la final y ganar la Copa que no logramos en las finales de 1982, ante Italia, y 1986, frente a Argentina". Beckenbauer, que se convertiría en el segundo personaje que consigue el Mundial como jugador y entrenador (el primero es el brasileño Zagalo), está obsesionado con las amonestaciones: "Berthold, Klinsmann y Matthäus se perderían la final si hoy fuesen amonestados y eso sería gravísimo. Hay que evitarlo a toda costa". Respecto a los ingleses, Beekenbauer dijo que sabía qué tipo de partido iba a jugarse: "Llevamos 20 años jugando de la misma forma. Somos dos selecciones que no sabemos esperar al rival. Siempre vamos hacia adelante".El partido será el 1232 compromiso internacional de Shilton, el guardameta inglés, que ya cuenta con 40 años de edad. Es su última oportunidad en un Mundial, pero él no quiere ni pensar en ello: "No tengo ni idea de si me retiraré después del torneo. De hecho, no pienso ni siquiera en la final. El partido de hoy es uno más para mí porque los porteros, aunque juguemos ante un equipo de la Cuarta División, siempre tenemos el mismo trabajo: evitar que el balón llegue a la red. Es verdad que no estoy especialmente excitado. Eso también me lo dice mi mujer".

Alineaciones probables:

República Federal de Alemania: IlIgner; Buchwald, Koffier, Augenthaler, Berthold, Brehme; Littbarski, Mattháus, Bein; Vóller y Klinsmann.

Inglaterra: Shilton; Parker, Walker, Wright, Butcher, Pearce, Waddle, Gascoigrie, McMahon; Lineker y Platt.

Arbitro: Wright (Brasil).

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