Italia 90

Checoslovaquia buscará la tanda de penaltis ante el equipo de Beckenbauer

"Lo más importante es no perder". Con este espíritu, repetido hasta la saciedad por Josef Venglos, el seleccionador, Checoslovaquia afronta esta tarde en Milán (cinco de la tarde, TVE-2) el partido con la República Federal de Alemania (RFA), el equipo que se ha mostrado más en forma, junto a Italia, en el Mundial. Checoslovaquia está relajada, como a Venglos le gusta. Franz Beckenbauer, seleccionador alemán, ha mostrado su enfado por llevar una semana sin jugar.

Venglos definió muy bien cómo va a ser el partido de hoy: "Para nosotros, perder no sería una tragedia. Para los alemanes, sí"...

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"Lo más importante es no perder". Con este espíritu, repetido hasta la saciedad por Josef Venglos, el seleccionador, Checoslovaquia afronta esta tarde en Milán (cinco de la tarde, TVE-2) el partido con la República Federal de Alemania (RFA), el equipo que se ha mostrado más en forma, junto a Italia, en el Mundial. Checoslovaquia está relajada, como a Venglos le gusta. Franz Beckenbauer, seleccionador alemán, ha mostrado su enfado por llevar una semana sin jugar.

Venglos definió muy bien cómo va a ser el partido de hoy: "Para nosotros, perder no sería una tragedia. Para los alemanes, sí". Alemania se presenta con la ausencia de Rudi Völler, sancionado con un partido por su roce con el holandés Rijkaard, pero la principal preocupación de Beckenbauer es que su líder, Lotthar Mathäus, no sea amonestado, lo que le apartaría de la formación para la semifinal. En Checoslovaquia no hay bajas.Beckenbauer ha anunciado que retirará a uno de los cinco defensas que utilizó contra Holanda para añadir un centrocampista más. Venglos también ha dicho que hará cambios, pero sus razones son muy distintas: "Hemos venido a Italia para ganar, pero también para que los jugadores tengan la oportunidad de mostrar sus virtudes al mundo y conseguir buenos contratos en el extranjero".

Matthäus y la amonestación sufrida ante Holanda se han convertido en el único gran problema de una Alemania que con Beekenbauer ha recuperado el prestigio perdido. Matthäus dice que no está preocupado: "Me sobran cualidades para no tener que recurrir al juego duro". Con 30 años, y después de dos temporadas en el fútbol italiano, Matthäus se ha convertido en el único jugador de este Mundial que sobresale sobre la mediocridad reinante. "Su personalidad ha mejorado mucho. Es más responsable dentro y fuera del campo", dice de él Beckenbauer.

Beckenbauer recibe cada día elogios de la prensa de su país por haber recuperado el "orgullo perdido". Alemania, de hecho, sólo falló en el Mundial de Argentina, porque fue finalista en 1966, 1982 y 1986, semifinalista en 1970, y ganó la Copa en 1974. Es decir, en los últimos 24 años, sólo en una ocasión no ha llegado a las semifinales, en Argentina 78. "No soy un misionero", dice Beckenbauer, "pero es cierto que la imagen de la selección ha mejorado. Ha vuelto el entusiasmo a nuestro país".

El seleccionador alemán ha tratado de evitar que se infravalore a Checoslovaquia. "No hay que olvidar que nos ganaron en la final de la Eurocopa de selecciones de 1976. Sería absurdo que ahora infravalorásemos a nuestro rival. Y si alguien hace una ligereza, encontrará un puesto junto a mí en el banquillo". La baja por sanción de Völler obliga a romper la estructura original del ataque alemán, capaz de marcar 12 goles en cuatro partidos, a una media de tres tantos por encuentro. Su sustituto será Riedle, un hombre que funciona mejor en el juego aéreo, pero que no es tan hábil como Völler con el balón en los pies, tarea que quedará encomendada a Klinsmann. Tampoco jugará Haessler, que llegó a Italia, recién fichado por el Juventus, como una de las grandes estrellas de Alemania.

Mientras tanto, Venglos se toma las cosas con calma: "Ya viví, como segundo entrenador, la victoria por penaltis en la final de la Eurocopa de 1976. Debemos de tratar de repetir aquel partido. Lo importante es no perder. Me gusta que mis hombres jueguen sin tensión, que se diviertan. Hay que ser serios y actuar con determinación, pero sin obsesionarse. Hoy no quiero ganar, quiero no perder. Si llegamos a los penaltis, todo dependerá de la suerte y la calidad de los lanzadores. Y en ese aspecto estoy muy tranquilo".

Checoslovaquia juega un fútbol pausado, con rápidas aceleraciones en el ataque. "Es un fútbol que sólo puede desarrollarse si hay jugadores inteligentes, y yo los tengo", dice Venglos, que abandonará la selección tras el Mundial. "Me gustaría ir a España, ¿por qué no?, dice en el portugués que aprendió cuando entrenaba al Spórting de Lisboa.

Aún tienen posibilidades

La llegada de la democracia ha servido para que Checoslovaquia recupere a Kubik y Knoflicek, dos jugadores importantísimos en su esquema de juego. Su bloque está formado por un portero eficaz, una defensa algo lenta, un centro del campo que controla perfectamente el tempo de juego y una delantera muy peligrosa en el juego aéreo (Knoflicek y Skuhravy superan los 1,90) y rápida en la zona de definición.

Checoslovaquia, según la historia, está destinada a llegar a la final cada 38 años. En 1990 le toca, y tiene todavía opción. Pero Venglos no cree en esas historias: "Esas cosas no siempre se cumplen", dice.

Alineaciones probables:

RFA: Illgner; Kohler, Buchwald, Augenthaler, Brehme; Littbarski, Matthäus, Berthold, Bein; Klinsmann y Riedle.

Checoslovaquia: Stejskal; Bilek, Kadlec, Kocian, Straka; Hasek, Chovanec, Kubik, Moravcik; Skuhravy y Knoflicek.

Árbitro: Helmut Kohl, de Austria.

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