Críticas a la condena de dos años por falsificar un abono de transporte

Jueces y fiscales madrileños no dudan en calificar de "disparatada" la sentencia que condenó a dos años de cárcel a un joven por falsificar un abono de transporte. Por regla general, las condenas por este tipo de delitos oscilan entre uno y 10 días de arresto.

La sentencia dictada por una juez de Madrid que condenó a Ricardo López Rubio a dos años, cuatro meses y un día de prisión por adherir su fotografía a un abono de transporte a nombre de otro, fue calificada de "disparatada" por fuentes del Ministerio Fiscal y de la judicatura consultadas por este periódico. El abogado del condenad...

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Jueces y fiscales madrileños no dudan en calificar de "disparatada" la sentencia que condenó a dos años de cárcel a un joven por falsificar un abono de transporte. Por regla general, las condenas por este tipo de delitos oscilan entre uno y 10 días de arresto.

La sentencia dictada por una juez de Madrid que condenó a Ricardo López Rubio a dos años, cuatro meses y un día de prisión por adherir su fotografía a un abono de transporte a nombre de otro, fue calificada de "disparatada" por fuentes del Ministerio Fiscal y de la judicatura consultadas por este periódico. El abogado del condenado ha apelado ante la Audiencia de Madrid quien tendrá que pronunciarse de nuevo.A pesar de los comentarios adversos sobre la sentencia, fuentes de la Fiscalía reconocieron que el Ministerio Fiscal no podrá apelar solicitando la revocación del fallo debido a que fue uno de sus funcionarios el que solicitó la pena por en documento oficial".

Según la Comunidad Autónoma de Madrid, en 1989 se verificaron 950 denuncias por utilización fraudulenta de estos abonos. Las denuncias originaron un total de 676 juicios, que se saldaron con 484 sentencias condenatorias y 156 absoluciones. Todas las sentencias oscilaron entre uno y diez días de arresto, al estimar los jueces que sólo se trataba de una falta.

Para estas fuentes, "el índice de fraude en Madrid es muy bajo y muy similar al de cualquier ciudad europea. Hay que tener en cuenta que sólo en el metro viajaron el año pasado 370 millones de viajeros y las denuncias por utilización fraudulenta de la tarjeta no llegaron al millar".

"Los denunciados suelen ser en su mayoría jóvenes que se prestan la tarjeta unos a otros o tratan de pasar más de uno con el mismo abono" aseguran fuentes del Consorcio de Transportes. Los propios funcionarios han tenido que aplacar a más de un padre indignado que pasa por la oficinas a recoger al hijo que ha cometido la fechoría.

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