Los testigos holandeses siguen en España tras declarar ante la Audiencia Nacional

Los dos turistas holandeses abordados en la Foz de Lumbier el lunes por los activistas de ETA continúan sus vacaciones en España, según informaron fuentes oficiales. La pareja, Rob Van Der K. y Margaretha Antonia Marla H., confirmó anteayer ante el juez Carlos Divar, de la Audiencia Nacional, la declaración prestada espontáneamente el martes ante la policía de Madrid.Un portavoz del Juzgado de Instrucción de Aoiz, competente en el municipio de Lumbier, señaló ayer que la juez María Jesús Erroba sólo tenía conocimiento del testimonio de estas dos personas por las informaciones de prensa. Al juz...

Los dos turistas holandeses abordados en la Foz de Lumbier el lunes por los activistas de ETA continúan sus vacaciones en España, según informaron fuentes oficiales. La pareja, Rob Van Der K. y Margaretha Antonia Marla H., confirmó anteayer ante el juez Carlos Divar, de la Audiencia Nacional, la declaración prestada espontáneamente el martes ante la policía de Madrid.Un portavoz del Juzgado de Instrucción de Aoiz, competente en el municipio de Lumbier, señaló ayer que la juez María Jesús Erroba sólo tenía conocimiento del testimonio de estas dos personas por las informaciones de prensa. Al juzgado no se le ha comunicado oficialmente la existencia de los testigos ni el contenido de su declaración.

La policía señaló el miércoles que los dos ciudadanos holandeses, tras concluir su declaración en Madrid, quedarían a disposición de la juez de Aoiz. Los dos turistas han mostrado, según la misma fuente, su disposición a acudir a un juicio si es necesario para aportar su testimonio.

La pareja viaja por España en un automóvil, que negaron tener el lunes cuando fueron abordados por los tres fugitivos. Uno de ellos, Germán Rubenach, según han declarado, tenía heridas en una pierna y en una sien.

Tras el encuentro con los activistas, los dos turistas escucharon algún disparo. Según responsables de la lucha antiterrorista, estas detonaciones se produjeron cuando los guardias civiles supervivientes del tiroteo habían abandonado la foz y pueden corresponder al suicidio de los fugitivos de ETA.