La oposición búlgara denuncia un supuesto fraude electoral

Decenas de miles de búlgaros se concentraron ayer en el centro de Soria para denunciar un supuesto fraude en la primera ronda de las elecciones generales que se celebró el domingo y que, según las primeras estimaciones, da una amplia victoria al partido comunista, rebautizado en Partido Socialista de Bulgaria. La oposición acusó ayer a las autoridades de fraude electoral y abusos masivos y convocó a sus seguidores a la manifestación en Soria.



"Engaño, engaño", gritaba ayer la masa ante el Palacio de la Cultura. "Yo también considero los resultados conocidos como un fraude...

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Decenas de miles de búlgaros se concentraron ayer en el centro de Soria para denunciar un supuesto fraude en la primera ronda de las elecciones generales que se celebró el domingo y que, según las primeras estimaciones, da una amplia victoria al partido comunista, rebautizado en Partido Socialista de Bulgaria. La oposición acusó ayer a las autoridades de fraude electoral y abusos masivos y convocó a sus seguidores a la manifestación en Soria.

"Engaño, engaño", gritaba ayer la masa ante el Palacio de la Cultura. "Yo también considero los resultados conocidos como un fraude", les dijo Zelo Zelev, el máximo dirigente de la UDF. "Un partido que llegó hace 45 años al poder por la vía del engaño y la brutalidad quiere mantenerse en el poder con engaño y brutalidad", denunció Zelev. Otro de los líderes de la oposición, Petar Beron, ratificó que "no habrá coalición con los comunistas, con esta mafia roja".

Los observadores internacionales, sin embargo, manifestaron que en líneas generales las elecciones habían sido todo lo correctas que permite una situación como la existente en Bulgaria, donde las estructuras del régimen totalitario siguen intactas y no existe tradición democrática alguna.

La oposición no impugnara los resultados y anunció que rechaza de antemano toda oferta de coalición de los comunistas. En una reunión celebrada ayer, todas las fuerzas de la UDF manifestaron su postura contra toda coalición y recobraron una unidad que habían perdido por las tentaciones de algunos de entrar en alianza con el actual poder. La primera jornada electoral ha eliminado estas tentaciones.

Los resultados no se conocerán previsiblemente hasta última hora de hoy o mañana, pero las estimaciones daban ayer el 47,9% al Partido Socialista, el 36% a la Unión de Fuerzas Democráticas (SDS), el 5,9% al Partido Agrario y el 8,1% al partido de la minoría turca.

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Según declaraciones del presidente, Petar Miadenov, el PS ha logrado 74 escaños; la UFD, 33; la minoría turca, 10, y el Partido Agrario, 3. Los restantes 78 escaños deberán ser cubiertos en la segunda vuelta.

Reunión del Gobierno

El presidente de Bulgaria, Mladenov, convocó ayer una reunión de emergencia de las principales autoridades del Gobierno y líderes de los partidos políticos y llamó a la calma. En la reunión se estudiaron medidas para evitar que la situación derive hacia un conflicto violento. Entre los asistentes estaban el primer ministro, Andrei Lukanov, y el ministro del Interior, el general Atanassov Semergey.

Los líderes de la Unión de Fuerzas Democráticas, que confiaba en vencer y arrebatar en las urnas a los comunistas el poder, estaban ayer conmocionados ante una derrota que ya no esperaban tras su clara recuperación en las últimas semanas. Ante la prensa internacional denunciaron diversas irregularidades durante la jornada electoral y acusaron a las autoridades de haber cambiado urnas durante su traslado desde los colegios a las juntas electorales.

La tensión política en este país, que, como su vecina Rumania, cuenta aún con un partido comunista que ha cambiado de nombre pero está intacto, aumentó ayer al conocerse las primeras estimaciones y rechazar la oposición los resultados como fraudulentos.

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