Cartas al director

Nunca podréis entenderlo

Viernes 11 de mayo. Mientras almuerzo, leo el editorial de EL PAIS: habla de motos. Un excelente almuerzo. Me abrocho la cazadora, me pongo. el casco y me ajusto los guantes.Pongo en marcha el motor; primera, segunda, tercera.... y enfilo la recta. Al final de la recta veo una curva. Buen asfalto, curva con visibilidad, no hay coches. Reduzco al acercarme a la curva y tumbo. Y de repente: el silencio. Durante unas décimas de segundo, el más absoluto silencio. No existe nada ni nadie. Yo, mi moto y la curva. Nunca podréis entenderlo. ¿Es culpa mía?-...

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Viernes 11 de mayo. Mientras almuerzo, leo el editorial de EL PAIS: habla de motos. Un excelente almuerzo. Me abrocho la cazadora, me pongo. el casco y me ajusto los guantes.Pongo en marcha el motor; primera, segunda, tercera.... y enfilo la recta. Al final de la recta veo una curva. Buen asfalto, curva con visibilidad, no hay coches. Reduzco al acercarme a la curva y tumbo. Y de repente: el silencio. Durante unas décimas de segundo, el más absoluto silencio. No existe nada ni nadie. Yo, mi moto y la curva. Nunca podréis entenderlo. ¿Es culpa mía?-

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