El proyecto de nuevo IRPF eleva las deducciones de las rentas del trabajo

El nuevo impuesto sobre la renta elevará las deduciones por las rentas del trabajo hasta un 2% de los ingresos, según el primer borrador del IRPF, del que se hace eco el diario El Sol en su edición de hoy. El borrador introduce también una desgravación del 15% del pago del alquiler de la vivienda habitual, siempre que los ingresos brutos del contribuyente no superen los tres millones de pesetas y las cantidades que se paguen por alquiler sean inferiores al 20% de esa renta.

La nueva dedución por las rentas del trabajo no tendría un tope máximo, como hasta ahora, de 22.700 pesetas, sino ...

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El nuevo impuesto sobre la renta elevará las deduciones por las rentas del trabajo hasta un 2% de los ingresos, según el primer borrador del IRPF, del que se hace eco el diario El Sol en su edición de hoy. El borrador introduce también una desgravación del 15% del pago del alquiler de la vivienda habitual, siempre que los ingresos brutos del contribuyente no superen los tres millones de pesetas y las cantidades que se paguen por alquiler sean inferiores al 20% de esa renta.

La nueva dedución por las rentas del trabajo no tendría un tope máximo, como hasta ahora, de 22.700 pesetas, sino que se desgravaría un porcentaje fijo de los ingresos del trabajo dependiente, que en el borrador se fija en un 2%.El nuevo IRPF incentivará la declaración conjunta de los matrimonios, al introducir una tarifa especial que beneficia a los matrimonios que hagan su declaración conjunta, en especial si están en el tramo de rentas bajas.

La fiscalidad de la vivienda es otro de los aspectos con más novedades. El borrador contempla, junto a la desgravación del 15% del importe de los alquileres, la desaparición de la deducción por intereses. En concreto, no se consideran gastos deducibles los intereses de préstamos destinados a la compra de la vivienda, aunque esta cantidad pasa a engrosar el principal del crédito.

En cuanto a los incentivos fiscales a las rentas del capital, el borrador introduce un mínimo exento, de 100.000 pesetas, de las rentas del capital mobiliario. Las inversiones a largo plazo son también objeto de incentivo fiscal. En concreto, la futura ley considera exentos los rendimientos del capital mobiliario que se inviertan por más de 10 años, siempre que la aportación mínima anual sea de 50.000 pesetas y el inversor no disponga de las cantidades invertidas durante ese tiempo.

El borrador introduce un tipo fijo del 25% para las plusvalías que se obtengan en periodos inferiores a los 10 años. En el capítulo de deducciones generales, se reduce de 30 a 25 años la edad máxima para deducir por hijo.

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