Los comicios locales de hoy en la RDA han perdido garra

La ausencia de cualquier tipo de encuestas, así como el cansancio electoral de los ciudadanos de la República Democrática Alemana (RDA), ha hecho que los comicios locales de hoy hayan perdido parte del atractivo con el que eran vistos hace tan sólo unas semanas, cuando se consideraban como una reválida de las elecciones generales del pasado 18 de marzo, en las que la alianza conservadora apadrinada por el canciller federal Helmut Kohl se alzó arrolladoramente con la victoria en contra de todas las previsiones.La sensación de que los grandes problemas no van a depender, al menos en el futuro pr...

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La ausencia de cualquier tipo de encuestas, así como el cansancio electoral de los ciudadanos de la República Democrática Alemana (RDA), ha hecho que los comicios locales de hoy hayan perdido parte del atractivo con el que eran vistos hace tan sólo unas semanas, cuando se consideraban como una reválida de las elecciones generales del pasado 18 de marzo, en las que la alianza conservadora apadrinada por el canciller federal Helmut Kohl se alzó arrolladoramente con la victoria en contra de todas las previsiones.La sensación de que los grandes problemas no van a depender, al menos en el futuro próximo, de las autoridades locales, sino del lejano Gobierno de Bonn, y el hecho de que el tema más espinoso, el de la unión monetaria y el cambio de la moneda, haya quedado solventado, ha dejado la campaña electoral casi sin temas polémicos y en manos de pequeños grupos locales que pretenden conseguir arañar en algo el poder de los grandes partidos.

El abrazo mortal, electoralmente hablando, en que se encuentra la socialdemocracia a causa de su implicación en el actual Gobierno dominado por los democristianos ha privado de garra asimismo al principal grupo de la que debería ser la oposición. A última hora, sin embargo, el Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) se atrevió a criticar al Gobierno desde el propio Gobierno en una maniobra clara mente electoral. La ministra de Trabajo, Regine Hildebrandt, se quejó ayer de que el acuerdo par . a la unión monetaria no con tenía las suricientes medidas so ciales que garantizaran el bienestar de los más pobres y pidió a Bonn que aumentara las previsiones para los 2,6 millones de pensionistas que, en su opinión, se situarían por debajo del nivel de la pobreza.

La auténtica oposición, el renovado partido comunista (PDS) podría ser la víctima de recuerdos muy cercanos, concretamente de hace casi exactamente un año, cuando en las últimas elecciones municipales, su antepasado el Partido Unificado Socialista (SED) consiguió el 98% de los votos en un simulacro electoral que acabó siendo la chispa de la revolución que terminó con el régimen.

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