Los límites de la 'glásnost', en la Plaza Roja

La manifestación organizada en Moscú por los clubes de electores el pasado 1 de mayo, que siguió a la oficial de los sindicatos, ha demostrado hasta qué punto es frágil la glásnost o transparencia informativa. Los medios de difusión silenciaron lo acaecido en la plaza Roja y luego, junto con las autoridades, desataron una campaña para presentar a los manifestantes como un puñado de extremistas.Los moscovitas que participaron en el desfile que siguió al mitin oficial llevaban pancartas pidiendo libertad para Lituania y defendiendo a los Fiscales Telman Gdlian y Nikolái Ivanov, que han ac...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La manifestación organizada en Moscú por los clubes de electores el pasado 1 de mayo, que siguió a la oficial de los sindicatos, ha demostrado hasta qué punto es frágil la glásnost o transparencia informativa. Los medios de difusión silenciaron lo acaecido en la plaza Roja y luego, junto con las autoridades, desataron una campaña para presentar a los manifestantes como un puñado de extremistas.Los moscovitas que participaron en el desfile que siguió al mitin oficial llevaban pancartas pidiendo libertad para Lituania y defendiendo a los Fiscales Telman Gdlian y Nikolái Ivanov, que han acusado de corrupción a altos dirigentes. También había consignas contra el partido comunista y el KGB. Los iniembros del Politburó y del Gobierno que, encabezados por Mijaíl Gorbachov, se hallaban en la tribuna del mausoleo de Lenin resistieron sólo media hora el desfile de los opositores y abandonaron la plaza Roja, siendo por ello abucheados por la multitud.

Pravda no informó del hecho, y dedicó todo el reportaje al mitin de los sindicatos con un párrafo para "las consignas extremistas, que contenían ataques groseros y ofensivos contra el Poder constitucional". El jefe del PCUS de Moscú, Yuri Prokófiev, dijo que estos manifestantes eran únicamente "unos 25.000. Con un "objetivo sumamente claro: echar a perder la fiesta con el veneno de la confrontación". El ministro del Interior, Vadim Vakatin, calificó la manifestación de "gamberrismo", y el miembro del Politburó Alexandr YákovIev afirmó: "El contenido de las amenazas y llamamientos demuestra, irrefutablemente, que vienen de fuerzas y movimientos extremadamente reaccionarios".

Sin embargo, han aparecido notas disonantes. El diario Moskovski Komsoniólets publicó el viernes un reportaje citando algunas consignas y mostrando claras simpatías por los manifestantes. También ese día, en el vespertino Vechérnaya Moskvá, el diputado al ayuntamiento Viadímir Dalneko protestó por el hecho de que la televisión cortase la transmisión en vivo desde la plaza Roja cuando entraron las columnas de los clubes de electores. "¿Hasta cuándo se ocultará al pueblo la verdad de lo que sucede en el país?", preguntó.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En