Cartas al director

Savater y la ética civil

En el artículo Puericultura, publicado en EL PAÍS el día 20 de abril, Fernando Savater vuelve a ironizar sobre la "desmoralización de la sociedad española" (al menos ya lo había hecho otra vez, en la Semana sobre Ética de Oviedo, en polémica con José Luis L. Aranguren).Según Savater, hablar de la desmoralización de nuestra sociedad denota "una puerilización galopante de la ética civil y del razonamiento político". A continuación enumera varios ejemplos más o menos convincentes y uno muy inoportuno: "La denuncia virtuosa de cualqier transacción o pacto como vileza mercenaria".
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En el artículo Puericultura, publicado en EL PAÍS el día 20 de abril, Fernando Savater vuelve a ironizar sobre la "desmoralización de la sociedad española" (al menos ya lo había hecho otra vez, en la Semana sobre Ética de Oviedo, en polémica con José Luis L. Aranguren).Según Savater, hablar de la desmoralización de nuestra sociedad denota "una puerilización galopante de la ética civil y del razonamiento político". A continuación enumera varios ejemplos más o menos convincentes y uno muy inoportuno: "La denuncia virtuosa de cualqier transacción o pacto como vileza mercenaria".

Tomada esta frase al pie de la letra, es evidentemente correcta. Dicha en un contexto en el que, aunque no haya encuestas fiables, va siendo de dominio público que en la vida económica española los cohechos, comisiones bajo cuerda y otros chanchullos y delitos no cesan de crecer, la frase es desafortunada.

En EL PAIS del día 23, dos periodistas dicen que "empresarios y constructores han confirmado que el cobro de comisiones es una práctica generalizada en la mayoría de los negocios que se realizan con la Administración...". Ya hasta los obreros saben tanto de pactos y transacciones que conozco casos en que han exigido cobrar en dinero negro las horas extra necesarias cuando el empresario tiene un compromiso urgente difícil de rehuir.

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José Borrell, que algo sabe al respecto, dijo hace unas semanas: "La sociedad española vive inmersa en el fraude fiscal hasta las orejas". Ni siquiera la crítica al fraude fiscal, con el que todos tenemos más tolerancia que con otros delitos, es una puerilidad, máxime cuando a principios de los ochenta hubo unos años en los que había unas expectativas (¿también pueriles?) de que mejorase la ética civil (entre otras cosas, por eso votamos al PSOE muchos millones de españoles).

Recomiendo al agudo y brillante Savater, con cuyos artículos suelo estar muy de acuerdo que consulte a algún amigo Introducido en la realidad económica. Por ejemplo, a alguien que tenga alguna experiencia en la compra de naves o solares en Madrid, empeño imposible si no se está dispuesto a pagar buena parte de su valor en dinero negro.

Porque me resisto a creer que, sabiendo cómo está el patio, mantenga que es pueril hablar de desmoralización desde la ética civil y el razonamiento político y que este tema sea propio de tertulias y parroquias.-

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