El Santander se convierte en el primer banco español por depósitos en cuentas corrientes

La aceptación que las cuentas de alta remuneración han tenido entre los clientes de bancos y cajas de ahorro ha adquirido en los últimos seis meses una importancia de tal magnitud que ha permitido al Banco Santander duplicar el saldo de depósitos con los que contaba inicialmente, al tiempo que se coloca en el primer puesto del ranking entre los bancos nacionales. Mientras que la media de los grandes bancos veía aumentar sus depósitos en algo menos de 15.000 millones de pesetas en los últimos seis meses, el Santander lo ha hecho en casi 375.000 millones; es decir, 25 veces más.

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La aceptación que las cuentas de alta remuneración han tenido entre los clientes de bancos y cajas de ahorro ha adquirido en los últimos seis meses una importancia de tal magnitud que ha permitido al Banco Santander duplicar el saldo de depósitos con los que contaba inicialmente, al tiempo que se coloca en el primer puesto del ranking entre los bancos nacionales. Mientras que la media de los grandes bancos veía aumentar sus depósitos en algo menos de 15.000 millones de pesetas en los últimos seis meses, el Santander lo ha hecho en casi 375.000 millones; es decir, 25 veces más.

Hace poco más de un semestre que uno de los grandes bancos nacionales decidió romper el statu quo bancario ofreciendo un tipo de mi interés cercano al del mercado a los depósitos colocados en cuentas corrientes a partir de un cierto volumen. La decisión del Santander ha modil5cado sustancialmente el mapa de la denominada banca de clientes particulares en tan solo un semestre.En el pasado mes de febrero, último antes de que la mayoría del resto de los grandes bancos nacionales decidiera sumarse a la corriente (le ofrecer elevadas remuneraciones en cuentas corrientes para saldos considerados hasta hace poco tiempo como poco interesantes, el Banco Santander ha contabilizado un saldo de depósitos superior al que tiene el primer banco nacional, el Bilbao Vizcaya. La diferencia es muy pequeña, 5.000 millones de pesetas, dado el volumen de las cifras consideradas (tres cuartos de billón de pesetas en cada caso) pero no deja de tener significado si se tiene en cuenta que, hace apenas seis meses, la distancia que separaba a ambas instituciones se consideraba como abismal. El BBV tenía el doble de depósitos que el Santander.

La apuesta que el Santander, con un deterioro de su margen financiero por elevar los costes de sus depósitos, hizo hace un semestre parece haber dado sufrientes resultados ya que en este período ha ampliado sus fondos de clientes en casi 375.000 millones de pesetas, cifra equivalente al dinero que tenía captado hasta entonces en cuentas corrientes. El resto de los grandes bancos lo ha hecho, en media, en ese mismo tiempo, en poco menos de 15.000 millones de pesetas.

La diferencia es tan elevada que explica por sí sola que la gran mayoría de los grandes bancos nacionales que hasta entonces se habían declarado en contra de "entrar en la guerra del pasivo" decidieran ofrecer a sus clientes anteriores, y a los posibles nuevos, condiciones similares a las ofrecidas por el banco presidido por Emilio Botín. En el mes de marzo la publicidad de las cuentas corrientes de alta remuneración se amplió desde el Santander hasta el Exterior, Banesto, Bilbao Vizcaya e Hispano.

Las cifras de los próximos meses servirán para explicar si todas estas instituciones han llegado a tiempo para tratar de ganar cuota de mercado, a costa del resto de la banca que ha decidido no sumarse a la guerra del pasivo, o si los movimientos que se han efectuado a partir de entonces solo han servido para mantener su volumen de depósitos sin ganar cuota a costa del resto de las instituciones financieras.

Cajas de ahorro

La pelea, señalan los expertos no está ya en los fondos disponibles de clientes bancarios que en su mayor parte habrían decidido ya en qué entidad deciden mantener sus fondos de liquidez, sino que se ha trasladado ahora hacia los depósitos colocados en las cajas de ahorro, entidades que parecen no haber sufrido en exceso hasta ahora la ampliación de la competencia.De hecho, algunas de las grandes cajas de ahorro han iniciado políticas defensivas ofreciendo productos similares a los que venden los grandes bancos nacionales en un intento de frenar el previsible descenso de sus depósitos.

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