Cartas al director

Europa enciclopedista

Después de leer la carta de Pepe Valenzuela Egea (EL PAÍS, 27 de febrero de 1990) no he podido resistir la tentación de ofrecerle mi total apoyo. ¡Pero qué fulleros y eternamente incultos somos los españoles, como usted bien dice! ¡Mira que cabrearnos por lo del puñetero despacho, mientras hay tanto problema gordo por ahí suelto!Yo le recomiendo que, si puede, se venga una temporadita a Europa, que aquí sí que la gente vale y sabe. No sólo son más altos, rubios y guapos, sino que entender de política, entienden un rato. Raro es ver dos belgas (por ejemplo) en la parada del tranví...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Después de leer la carta de Pepe Valenzuela Egea (EL PAÍS, 27 de febrero de 1990) no he podido resistir la tentación de ofrecerle mi total apoyo. ¡Pero qué fulleros y eternamente incultos somos los españoles, como usted bien dice! ¡Mira que cabrearnos por lo del puñetero despacho, mientras hay tanto problema gordo por ahí suelto!Yo le recomiendo que, si puede, se venga una temporadita a Europa, que aquí sí que la gente vale y sabe. No sólo son más altos, rubios y guapos, sino que entender de política, entienden un rato. Raro es ver dos belgas (por ejemplo) en la parada del tranvía que no estén analizando algún tema de alta política internacional. O de filosofía oriental o Física nuclear, lo mismo da: lo saben todo los tíos.

Gracias a Dios que yo ya he cambiado, pues antes de venirme aquí, he de reconocerlo, me daba por pensar que eso de generalizar y de clasificar todo un país según su cultura o incultura estaba más cerca de lo último que de lo primero.-

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En