TRIBUNALES

Los gendarmes que causaron la muerte de un estudiante no irán a la cárcel

Los dos policías de la brigada motociclista antidisturbios de París, que en diciembre de 1986 desencadenaron a golpes la muerte del estudiante Malik Oussekine, han sido considerados culpables por un tribunal popular, pero no irán a la cárcel. En la noche del pasado sábado, al término de una semana de vista oral, el jurado concluyó que las violencias gratuitas aplicadas al estudiante, afectado por una grave enfermedad hepática, fueron la causa directa de su fallecimiento. En consecuencia, el tribunal de París condenó al brigada Jean Schinitt a 5 años de prisión y al agente Christophe García a 2...

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Los dos policías de la brigada motociclista antidisturbios de París, que en diciembre de 1986 desencadenaron a golpes la muerte del estudiante Malik Oussekine, han sido considerados culpables por un tribunal popular, pero no irán a la cárcel. En la noche del pasado sábado, al término de una semana de vista oral, el jurado concluyó que las violencias gratuitas aplicadas al estudiante, afectado por una grave enfermedad hepática, fueron la causa directa de su fallecimiento. En consecuencia, el tribunal de París condenó al brigada Jean Schinitt a 5 años de prisión y al agente Christophe García a 2 años. El tribunal decidió suspender en ambos casos el cumplimiento de la pena.La muerte de Malik Oussekine se produjo en plena tormenta de protestas estudiantiles contra el proyecto de reforma de la enseñanza del Gobierno de Jacques Chirac y fue el elemento decisivo que condujo a su definitiva retirada. El juicio de los dos policías que maltrataron en un portal a porrazos y puntapiés al estudiante ha sido seguido con pasión por los franceses y su resultado salomónico -condena de los acusados y suspensión de la aplicación de la sentencia- ha sido recibido con satisfacción por la mayoría de la opinión.

El Juicio de los funcionarios ha traído a colación dos importantes debates. El primero, de carácter médico y legal, ha consistido en determinar si las violencias policiales pudieron ser la causa del fallecimiento de un joven que estaba ya alcanzado por una grave enfermedad. El segundo, político, ha evidenciado que el comportamiento brutal de los funcionarios obedecía a los métodos de actuación habituales de un grupo especializado en la dispersión de manifestaciones.

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