De la 'cartilla del Tesoro' a la cuenta vivienda

P. M., El proyecto conocido como la cartilla del Tesoro, con el que Economía pretendía captar a aquellos pequeños ahorradores que prefieren tener abierta una cartilla o cuenta remunerada antes que preocuparse por elegir una cartera de renta fija o variable, ha tenido que ser abandonado por la dirección general del Tesoro que no encontró demasiado apoyo por parte de la Caja Postal, la entidad de crédito en la que habían pensado para comercializar su cartilla.

El fallecimiento prematuro de la cartilla del Tesoro no ha supuesto, sin embargo, el abandono del proyecto de...

P. M., El proyecto conocido como la cartilla del Tesoro, con el que Economía pretendía captar a aquellos pequeños ahorradores que prefieren tener abierta una cartilla o cuenta remunerada antes que preocuparse por elegir una cartera de renta fija o variable, ha tenido que ser abandonado por la dirección general del Tesoro que no encontró demasiado apoyo por parte de la Caja Postal, la entidad de crédito en la que habían pensado para comercializar su cartilla.

El fallecimiento prematuro de la cartilla del Tesoro no ha supuesto, sin embargo, el abandono del proyecto de crear algún tipo de cuenta remunerada y con ventajas fiscales, que permita atraer a ese ahorro popular que no quiere complicarse la vida, y que, además, colabore a la financiación del déficit público. El proyecto ahora entre manos consiste en la ampliación de las condiciones para crear una cuenta vivienda. Estas cuentas son depósitos que permiten la misma desgravación que la inversión en la vivienda habitual, ya que se abren con el compromiso de destinar los fondos allí ahorrados a la compra de esa vivienda.

El reglamento del impuesto sobre la renta, al definir las condiciones para que sea aplicable la desgravación del 15% en las cuentas vivienda, deja claro que debe tratarse de un depósito bancario, El objetivo ahora, y a sólo unos meses de la elaboración de la nueva ley del IRPF, consiste en ampliar la definición de esas cuentas y permitir que no sólo puedan estar respaldadas por un depósito bancario sino también por títulos de deuda pública.

Si el proyecto sale adelante, las nuevas cuentas directas; en el Banco de España podrían ser utilizadas también como cuentas vivienda.