LA SOLUCIÓN A LA CRISIS DEL BBV

El sillón es el que da la fortaleza

"Independientemente de las características propias de las personas, de que uno sea más o menos fuerte, el sillón de presidente único es el que da la fortaleza a quien lo ocupa", señalaba ayer por la tarde una de las personas que ha tenido un papel más importante a lo largo de toda la crisis del Bilbao Vizcaya."La solución que al final ha adopiado el consejo del banco es la mejor que se podía esperar. Vía sido de cine. El banco se ha dotado de un mecanismo de dirección que nunca habría sido posible alcanzar en condiciones normales si considerarnos la obligatoriedad de la paridad pactada ...

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"Independientemente de las características propias de las personas, de que uno sea más o menos fuerte, el sillón de presidente único es el que da la fortaleza a quien lo ocupa", señalaba ayer por la tarde una de las personas que ha tenido un papel más importante a lo largo de toda la crisis del Bilbao Vizcaya."La solución que al final ha adopiado el consejo del banco es la mejor que se podía esperar. Vía sido de cine. El banco se ha dotado de un mecanismo de dirección que nunca habría sido posible alcanzar en condiciones normales si considerarnos la obligatoriedad de la paridad pactada en el momento de la fusión", añadía este consejero que destacaba los poderes asumidos por el presidente, el desbloqueo de la comisión delegada permanente y la atribución de papeles a los dos vicepresidentes que "con el paso de cierto tiempo pueden intercambiarse entre sí responsabilidades si se considera que es mejor para el funcionamiento de la entidad".

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En medios cercanos al banco se señalaba ayer que la asunción por Emilio Ybarra de todos los poderes que tradicionalmente tiene un presidente ejecutivo en España, con tres años de adelanto sobre lo que correspondía, permitirá volver a dinamizar al banco. "A este tipo de presidencia única, nunca habríamos llegado", se señalaba, "porque siempre habría surgido algún problema de última hora que hubiera impedido romper la paridad de responsabilidades y atribuciones. No dentro de tres años, sino mucho más tarde estaríamos discutiendo todavía si era o no el momento de ceder las parcelas de poder que tenía cada uno". "De esta manera se ha dado un paso de gigante al desaparecer las ataduras que unían a unos y otros".

El paso de los próximos meses dirá si este optimismo era real o si, por el contrario, la brecha entre las partes se mantiene.

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