Conversión democrática

Les escribo para comunicarles mi sorpresa por la extraordinaria y rápida conversión democrática del señor embajador de Rumanía en España.Durante varios años se le han enviado repetidas cartas solicitándole la libertad o al menos su interés en relación a numerosos presos políticos encarcelados en su país por motivos tan graves como la defensa de los derechos humanos.

Muchas personas le escribimos el pasado verano para expresarle nuestra preocupación por la suerte de Mihai Creanga, crítico teatral; Mihai Bacanu y Anton Uncu, periodistas, y Alexandre Chiuoiu, linotipista.

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Les escribo para comunicarles mi sorpresa por la extraordinaria y rápida conversión democrática del señor embajador de Rumanía en España.Durante varios años se le han enviado repetidas cartas solicitándole la libertad o al menos su interés en relación a numerosos presos políticos encarcelados en su país por motivos tan graves como la defensa de los derechos humanos.

Muchas personas le escribimos el pasado verano para expresarle nuestra preocupación por la suerte de Mihai Creanga, crítico teatral; Mihai Bacanu y Anton Uncu, periodistas, y Alexandre Chiuoiu, linotipista.

Dada la hipocresía con la que él, y muchos otros diplomáticos rumanos en Europa, han reaccionado ante los últimos acontecimientos de aquel país, al mostrar su adhesión al Frente de Salvación Nacional sólo cuando quedaba claro hacia qué lado se inclinaba la situación, no sería extraño que nos enviaran en los próximos días las respuestas que nunca se dignaron transmitir en época de Ceaucescu.

El señor embajador fue tan culpable como el tirano al que defendió, desde el momento en que no quiso salir en defensa de ciudadanos de su país que él, por supuesto, sabía eran inocentes.-