Roto el proceso de fusión de las cajas Provincial y General de Granada

El proceso de absorción de la Caja Provincial por la General de Ahorros, ambas de Granada, quedó roto la noche del jueves después de que la asamblea de la segunda de ellas no aceptara modificar un artículo de sus estatutos que, de desaparecer, hubiera favorecido una posición de poder de la primera en la entidad resultante.

Los trabajadores de la Caja Provincial crecn que la operación ha partido del presidente de la diputación granadina, el socialista José Olea, institución de la que depende la caja, con el apoyo aislado de personas vinculadas a otras fuerzas políticas cuyo objetivo era ...

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El proceso de absorción de la Caja Provincial por la General de Ahorros, ambas de Granada, quedó roto la noche del jueves después de que la asamblea de la segunda de ellas no aceptara modificar un artículo de sus estatutos que, de desaparecer, hubiera favorecido una posición de poder de la primera en la entidad resultante.

Los trabajadores de la Caja Provincial crecn que la operación ha partido del presidente de la diputación granadina, el socialista José Olea, institución de la que depende la caja, con el apoyo aislado de personas vinculadas a otras fuerzas políticas cuyo objetivo era alcanzar posturas de privilegio en la nueva caja.Las dos entidades de crédito firmaron el pasado mes de mayo el protocolo de intenciones para la fusión. Desde entonces, la comisión gestora ha funcionado con un aparente buen entendimiento. Sin embargo, la tarde del jueves, la asamblea de la Caja Provincial, entidad sobre la que pesa la amenaza de ser intervenida por el Banco de España, ratificó la fusión por absorción siempre que la Caja General modificara el artículo 70 de sus estatutos.

Por su parte, la asamblea de la Caja General aprobó sin condiciones la operación, y, en una segurida sesión, sometió al plenario la modificación de los estatutos, propuesta que fue rechazada por amplia mayoría de votos.

Una vez roto el proceso, al menos hasta que una de las cajas se desdiga de lo aprobado en asamblea, la peor parte la lleva la Provincial, que podría ser intervenida por el Banco de España en cualquier momento debido al déficit acumulade. Esta circunstancia provoco la ira de los trabajadores quienes imprecaron al presidente de la entidad, el socialista Vicente Azpitarte, y luego irrumpieron en el salón de actos donde se celebraba la asamblea.

Para la Caja Provincial, en el protocolo de fusión estaba explícito que la General tenía que modificar sus estatutos para que fuese posible culminar el proceso. Para la General, en cambio, la inclusión de la cláusula condicional a la fusión por parte de la Provincial está fuera de lugar. Mientras el PSOE domina la Caja Provincial, en la General es minoría.

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