El nuevo Gobierno de Praga anuncia elecciones

Checoslovaquia se adentró ayer por la senda democrática con el nombramiento del primer gobierno sin hegemonía comunista desde 1948 y el anuncio de elecciones libres para el primer semestre de 1990. Cientos de miles de personas celebraron en las calles la constitución de¡ nuevo Gabinete de "unidad nacional", dirigido por un triunvirato formado por el primer ministro Marian Calfa (comunista), el socialista democrático Valtir Komarek y el ex preso político y abogado católico Jan Carnogursky.

Gustav Husak, de 76) años, jefe del Estado desde 1980, padre de la normalización y principal respon...

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Checoslovaquia se adentró ayer por la senda democrática con el nombramiento del primer gobierno sin hegemonía comunista desde 1948 y el anuncio de elecciones libres para el primer semestre de 1990. Cientos de miles de personas celebraron en las calles la constitución de¡ nuevo Gabinete de "unidad nacional", dirigido por un triunvirato formado por el primer ministro Marian Calfa (comunista), el socialista democrático Valtir Komarek y el ex preso político y abogado católico Jan Carnogursky.

Gustav Husak, de 76) años, jefe del Estado desde 1980, padre de la normalización y principal responsable de las purgas que siguieron al aplastamiento de la primavera de Praga en 1968, presentó ayer su dimisión tras tomar juramento a los miembros del nuevo Gabinete. El líder de la oposición, el dramaturgo Vaclav Havel, fue aclamado como candidato a la presidencia del país por más de 200.000 personas reunidas en la plaza de San Wenceslao.El nuevo Gobierno, de 21 miembros, cuenta con 10 comunistas, incluido el primer ministro, 2 del Partido Popular, 2 del Partido Socialista y 7 independientes del Foro Cívico, formado hace semanas por la oposición democrática. Ayer fue desconvocada la huelga general prevista para hoy.

Para los observadores no pasó inadvertido un hecho que simboliza la nueva etapa histórica en la que ha entrado Checoslovaquia. Se trató del apretón de manos entre el presidente saliente, Husak, y el nuevo ministro de Asuntos Exteriores, Jiri Dienstbier, uno y otro representantes significados del régimen normalizado después de la invasión y de la oposición democrática contra ese mismo régimen, respectivamente.

Dos décadas después de que los carros de combate del Pacto de Varsovia aniquilasen la primera reforma política importante en la Europa del Este, Praga asiste a un fenómeno de justicia histórica difícilmente equiparable, como es la entrada en el Gobierno de hombres como Jan Carnogursky, el propio Dienstbier, Koinarek y, muy posiblemente, Vaclav Havel al frente del Estado.

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