Entrevista:

Pedrol: "Me opongo a que la minoría se imponga sobre la mayoría"

El ex decano quiere completar su etapa

Antonio Pedrol, nacido hace 79 años en Reus (Tarragona), ha sido decano del Colegio de Abogados de Madrid desde 1973. Fue senador por designación real en las Cortes Constituyentes y en los últimos años ha presidido el Consejo General de la Abogacía y la Unión Iberoamericana de Abogados. Concurre a las elecciones, tras la contestación de que fue objeto en el congreso de Palma de Mallorca, para completar su mandato de cinco años y manifiesta su deseo de impedir que una minoría imponga su voluntad la mayoría.Pregunta. A usted le molesta especialmente que se le niegue voluntad reformist...

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Antonio Pedrol, nacido hace 79 años en Reus (Tarragona), ha sido decano del Colegio de Abogados de Madrid desde 1973. Fue senador por designación real en las Cortes Constituyentes y en los últimos años ha presidido el Consejo General de la Abogacía y la Unión Iberoamericana de Abogados. Concurre a las elecciones, tras la contestación de que fue objeto en el congreso de Palma de Mallorca, para completar su mandato de cinco años y manifiesta su deseo de impedir que una minoría imponga su voluntad la mayoría.Pregunta. A usted le molesta especialmente que se le niegue voluntad reformista. Pero ¿no ha habido tiempo en 16 años de realizar y culminar la reforma?

Respuesta. Depende a qué se le llame reforma. Porque para mí la reforma empieza con la ley de Colegios Profesionales, que libera a los abogados del total sometimiento al Ministerio de Justicia. La reforma siguió en la Constitución, donde conseguí un nuevo enfoque del turno de oficio y la asistencia letrada. Seguí presionando y conseguí el Estatuto de la Abogacía de 1982, que representaba un gran avance. En la ley orgánica del Poder Judicial logré el reconocimiento de la exclusividad en el asesoramiento que no tienen otros abogados de la CE, un secreto profesional que es envidia de los colegas extranjeros y la obligatoriedad de la colegiación. Y en el congreso de Palma, las conclusiones de las que no habla el sector crítico suponen una reforma, importante de la organización.

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El bloqueo de la reforma

P. Pero a usted se le acusa de bloquear la comisión de reforma.

R. La comisión para el estudio de la reforma la creó la junta de gobierno el 8 de junio y un grupo presidido por el vicedecano Fernando Albero se puso en contacto con el sector crítico para invitarle a participar en los trabajos de la comisión. Hasta el 28 de julio no se consiguió que formalizara sus pretensiones, entre las que destacaba la exigencia de que la comisión tuviera naturaleza paritaria y que, con carácter previo, se aceptaran sus tesis en los temas más polémicos. Tales exigencias eran inaceptables, porque si la comisión sólo se componía de miembros de la junta y miembros del grupo crítico, se cerraría la oportunidad de participar en ella a los miles y miles de compañeros que no forman parte del sector crítico, y si se aceptaba que, con carácter previo, la junta hiciera suyas las propuestas previas del grupo crítico, ¿qué es lo que se dejaba para que la comisión lo estudiara libremente?

P. Y después de todo lo ocurrido, ¿qué novedades ofrece su candidatura?

R. Nosotros partimos de las conclusiones de Palma y vamos más allá. Una de nuestras propuestas es que todos los colegiados, cualquiera que sea su antigüedad, puedan ser electores y elegibles para todos los cargos colegiales. Además, está pendiente de estudio de la asamblea de decanos un proyecto del Consejo General de la Abogacía para reformar la estructura colegial.

P. Usted ha presidido auténticos Gobiernos de concentración al frente del colegio de abogados. ¿Por qué de la noche a la mañana arría la bandera de la política e iza la de la profesionalidad?

R. Aquella fórmula fue beneficiosa, porque los partidos, a cambio de estar en la junta, se comprometieron a respetar la neutralidad del colegio y a no pretender ocuparlo. La ruptura de este sistema no fue iniciativa mía, sino provocada por la Asociación. de Abogados Demócratas por Europa, con sus pretensiones de ocupación del colegio.

P. Usted ha sugerido alguna vez que existe la intención de funcionarizar a los abogados.

R. En los contactos de la comision negociadora de los decanos con el Ministerio de Justicia viene flotando la amenaza. de estatalizar y burocratizar e¡ turno de oficio y la asistencia letrada, fórmula que a mi juicio sería totalmente inconstitucional. El artículo 17 y el 24 de la Carta Magna hablan de abogados y el abogado tiene unos signos de identidad, la libertad y la indepondencia, que no podrán reunirse nunca en un jurista funcionarizado.

P. Si gana su candidatura, ¿es previsible que el colegio protagoníce posiciones de defensa y de contestación al Gobierno?

R. Intentaré, como lo he hecho siempre, buscar soluciones razonables por la vía negociadora. Pero si se me cierran estos caminos, naturalmente yo estaré al laido de mis compañeros.

P. El programa de la cándidatura de Jiménez de Parga termina con una propuesta que pone los pelos de punta que se plantee como meta para un colectivo de juristas: "Todos los abogados son iguales en el colegio y, es rechazable de plano que las situaciones sociales o econémicas marquen desigualdades irritantes en la vida colegial".

R. En la vida colegial, todos tenemos los mismos derechos y las mismas obligaciones. Por creerlo así, me he opuesto a que un grupo quiera imponer su voluntad a la mayoría.

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