Los 'narcos' asesinan a un diputado y a una magistrada colombianos

La guerra de los narcotraricantes contra las instituciones democráticas colombianas se cobró el miércoles dos nuevas víctimas: Luis Francisco Madero, diputado, y Mariela Espinosa, magistrada, fueron asesinados en Bogotá y Medellín, respectivamente, ambos a la misma hora. A pesar de que ayer no se había producido reivindicación de los atentados por parte de sus autores, las autoridades colombianas los atribuyen a la mafia del narcotráfico. Once mujeres jóvenes han sido, por otra parte, acribilladas a tiros durante la última semana en Medellín en lo que parece ser una guerra entre bandas rivales...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La guerra de los narcotraricantes contra las instituciones democráticas colombianas se cobró el miércoles dos nuevas víctimas: Luis Francisco Madero, diputado, y Mariela Espinosa, magistrada, fueron asesinados en Bogotá y Medellín, respectivamente, ambos a la misma hora. A pesar de que ayer no se había producido reivindicación de los atentados por parte de sus autores, las autoridades colombianas los atribuyen a la mafia del narcotráfico. Once mujeres jóvenes han sido, por otra parte, acribilladas a tiros durante la última semana en Medellín en lo que parece ser una guerra entre bandas rivales.

Luis Francisco Madero, de 60 años, socialconservador, había organizado en una ocasión un paro cívico contra el negocio de la droga. El congresista pertenecía a la comisión de la Cámara encargada de asuntos militares e internacionales. Madero se dirigía a su casa el miércoles, recién finalizada una sesión plenaria de la Cámara de Representantes colombiana, cuando un hombre que iba solo y a pie le disparó hasta matarlo.Mariela Espinosa, de 40 años, había sido víctima de dos atentados anteriormente. La magistrada murió frente a su residencia tras ser acribillada por 10 sicarios que dispararon desde dos coches. Con ella son cuatro los miembros de la Sala de lo Penal del Tribunal Superior de Medellín asesinados en los últimos meses.

La atmósfera de crímenes e inseguridad desconcierta ya de forma desmedida al país, y especialmente a Medellín, la segunda ciudad de Colombia. En los últimos seis días se han hallado los cadáveres de 11 jóvenes mujeres, todas bellas y acribilladas a tiros, que han difundido entre la gente el temor a una especie de Jack el Destripador.

Las autoridades colombianas atribuyen los escabrosos hechos a historias de venganza entre pandillas de delincuentes relacionadas con la droga. Dos de las 100 pandillas de este tipo que se calcula existen en Medellín están integradas por mujeres. Son Las Quicas y Las Tetas. Sus integrantes se dedican a atracar coches y boutiques.

Página 2

Archivado En