ELECCIONES LEGISLATIVAS

El Gobierno retuvo los datos del escrutinio hasta que los resultados se aproximaron a la mayoría absoluta

El Gobierno retuvo la difusión de datos oficiales de las elecciones legislativas hasta que el escrutinio avanzó lo suficiente como para garantizar que el PSOE iba a quedarse, por lo menos, al borde de la mayoría absoluta. Las dos primeras horas del recuento oficial y los muestreos iniciales arrojaban cifras inferiores a 170 diputados, lo cual provocó la retención de datos parciales y una rapidez inusual en el escrutinio general, hasta el punto de que, tres horas y media después del cierre de los colegios, el Gobierno estaba en condiciones de ofrecer resultados con el 85% del censo escrutado....

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El Gobierno retuvo la difusión de datos oficiales de las elecciones legislativas hasta que el escrutinio avanzó lo suficiente como para garantizar que el PSOE iba a quedarse, por lo menos, al borde de la mayoría absoluta. Las dos primeras horas del recuento oficial y los muestreos iniciales arrojaban cifras inferiores a 170 diputados, lo cual provocó la retención de datos parciales y una rapidez inusual en el escrutinio general, hasta el punto de que, tres horas y media después del cierre de los colegios, el Gobierno estaba en condiciones de ofrecer resultados con el 85% del censo escrutado.

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Tras el fin de la votación en la península, todos los sondeos pronosticaron la mayoría absoluta para el PSOE. Esos datos estaban basados en el método israelita: simular el resultado final sobre la base de preguntas realizadas a la salida de los colegios. Sigma Dos, que trabajaba para la COPE, dio entre. 177 y 181 escaños para el PSOE; Demoscopia, para la SER y EL PAÍS, mencionó una horquilla de 176 a 182; Opina SA dio el dato más alto (181 a 185), a través de las televisiones autonómicas; y el Instituto Metis, que servía a RTVE, pronosticó entre 177 y 180.Una hora más tarde, estas mismas empresas disponían de un nuevo sondeo, esta vez realizado sobre el escrutinio de las 50 o 100 primeras papeletas de una selección de mesas. Este sistema introdujo la mayor de las confusiones. Hasta el punto de que la empresa Sigma Dos, a través de la cadena COPE, anunció la pérdida de la mayoría absoluta del PSOE a las, 20.58 horas del domingo". Fue un riesgo muy grande, "pero nuestra obligación era informar inmediatamente y lo hicimos", explica el director de Sigma Dos, Carlos Malo de Molina.

La sorpresa del Gobierno no se debió sólo a los sondeos nocturnos, sino a que las encuestas del PSOE previas a la jornada electoral habían dado resultados por encima de la mayoría absoluta. El fin de campaña, por tanto, fue decisivo para mover a los indecisos, que estuvieron a punto de dar un cambio serio a la situación.

El Gobierno y los dirigentes del PSOE suspendieron toda información a la espera del escrutinio global, incluso la relativa a los índices de participación. Mientras tanto, el equipo habitual del Comité electoral socialista -Roberto Dorado, Luis Pérez, Teófilo Serrano, Guillermo Galeote, Ignacio Varela- calculaba y recalculaba ponderaciones, medias y demás procedimientos correctores, y por más que miraban no encontraban garantías de mayoría absoluta. Lo máximo que lograron afinar fue "una horquilla entre 173 y 176 diputados", que fue comunicada a la opinión pública por Txiki Benegas, número tres del PSOE, cerca de las once de la noche.

Los sondeos se equivocaron también en los datos sobre el PP, que fueron superiores a los anunciados, y en los de IU, que, en general, recibió pronósticos mejores de los resultados reales. Sigma Dos, que falló en cuanto a la pérdida de la mayoría por el PSOE, acertó en el caso del PP.

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Para Luis Pérez, miembro del Comité electoral del PSOE, los sondeos de primeras papeletas fallaron porque este sistema sólo funciona cuando la mayoría es holgada. Además, los presidentes de mesa tienden a recontar papeletas comenzando por las que quedan arriba o por las que están abajo, que corresponden a una misma franja horaria, "lo cual provoca un sesgo inevitable en la muestra". El Instituto Metis usa un argumento parecido: la muestra sería válida si las papeletas se mezclasen, pero en la realidad se sacan de la urna sin barajar. "Los sondeos permiten pronosticar tendencias, pero se les pide demasiado a la hora de afinar el número de escaños", opina José Ignacio Wert, responsable de Demoscopia.

Los directivos de Opina S.A. -el instituto que cosechó el mayor fracaso- permanecieron ayer ilocalizables.

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