Cartas al director

Obscenidad y pena de muerte

La magnífica entrevista que Ignacio Carrión hizo a Philippo de Montebello, director del Museo Metropolitano de Nueva York, y que EL PAÍS publicó el domingo día 8, ha tenido la inteligencia y la objetividad como para presentarnos en toda su crudeza las contestaciones y opiniones que con su desparpajo característico poseen las mentalidades reaccionariamente estúpidas que el entrevistado tenía, y que de alguna manera nos afectan por el puesto de dirección y conservación de un museo importante y donde en estos días tiene lugar una inteligente y bella muestra de un pintor nacional y mundial, como e...

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La magnífica entrevista que Ignacio Carrión hizo a Philippo de Montebello, director del Museo Metropolitano de Nueva York, y que EL PAÍS publicó el domingo día 8, ha tenido la inteligencia y la objetividad como para presentarnos en toda su crudeza las contestaciones y opiniones que con su desparpajo característico poseen las mentalidades reaccionariamente estúpidas que el entrevistado tenía, y que de alguna manera nos afectan por el puesto de dirección y conservación de un museo importante y donde en estos días tiene lugar una inteligente y bella muestra de un pintor nacional y mundial, como es Diego Velázquez.Sostener a finales de este siglo que los conservadores y directores de los museos deben aplicar la censura moral a las obras de arte actuales y del pasado es tan

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ridículo que haría sonreír, si no fuese oído y dicho al nivel que se dice. No creo que valga la pena comentar, agumentar, convencer ni discutir el derecho a la libertad de expresión; sólo merece asombro ante la ignorancia, la cara dura y la desfachatez que poseen algunas personas que ni siquiera parpadean moralmente ante la reciente aprobación por el tribunal de EE UU de las condenas a muerte de adolescentes y deficientes mentales, que hacen empalidecer cunnilingus, felacios y demás fiestas eróticas y divertidas de la peña. ¡Que Dios se apiade de su alma!-

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