De los cocos a la 'coca'

El laboratorio desmantelado en las proximidades de Madrid hace presumir un mayor acercamiento de los narcotraficantes internacionales, al trasladar sus procesos de producción de la droga a sus redes de distribución en Europa. En los últimos años no han dudado en utilizar procedimientos para ocultar la droga tan ingeniosos como los materiales de construcción o los cocos tropicales.El mayor alijo de cocaína aprehendida hasta el momento en España y en Europa fue descubierto en una operación policial realizada el 7 de mayo de 1988 en una lonja situada en Irún (Guipúzcoa). En dicha operación...

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El laboratorio desmantelado en las proximidades de Madrid hace presumir un mayor acercamiento de los narcotraficantes internacionales, al trasladar sus procesos de producción de la droga a sus redes de distribución en Europa. En los últimos años no han dudado en utilizar procedimientos para ocultar la droga tan ingeniosos como los materiales de construcción o los cocos tropicales.El mayor alijo de cocaína aprehendida hasta el momento en España y en Europa fue descubierto en una operación policial realizada el 7 de mayo de 1988 en una lonja situada en Irún (Guipúzcoa). En dicha operación la policía se incautó de 1.000 kilos de cocaína, valorados en unos 15.000 millones de pesetas y fueron detenidas cuatro personas, entre ellas un agente de aduanas. La tonelada de cocaína, de gran pureza, podía haberse distribuido, una vez cortada o adulterada, en 50 millones de dosis.

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La Guardia Civil interceptó el 23 de abril de ese mismo año, en un viejo búnker existente en una playa situada entre los términos municipales de Cubelles y Vilanova i la Geltrú (Barcelona) un alijo de 562 kilos de cocaína. Dos personas, un cubano con pasaporte estadounidense y una española, fueron detenidas en relación con el caso. Según fuentes Guardia Civil, la droga, de una pureza del 90%, podría valorarse en casi 8.000 millones de pesetas.

El 24 de marzo de 1988 el Servicio Central de Estupefacientes incautó en una nave de Fuenlabrada (Madrid) 325 kilos de cocaína de gran pureza oculta en placas de materiales de construcción, con una valor de más de 5.000 millones de pesetas, controlados por el denominado cártel de Medellín.

Frutos tropicales

En marzo de 1989 la policía decapitó una organización de traficantes de droga que había introducido en España un importante cargamento de cocaína, superior a los 300 kilos, en el interior de unos 50.000 cocos tropicales. La mercancía estaba guardada en una nave del pueblo madrileño de Barajas, y como consecuencia de la operación policial fueron detenidas cinco personas de nacionalidad colombiana.Pero fue en marzo de ese mismo año cuando la policía capturó uno de los mayores alijos, 60 kilos de heroína, en una carnicería situada en el barrio madrileño de Salamanca. La droga, procedente de Turquía, fue introducida en España en diversas operaciones y se hubiera convertido en unos cinco millones de dosis, con un valor superior a los 10.000 millones de pesetas.

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La captura más reciente de esta droga en España ocurrió el pasa do jueves cuando la Guardia Civil detuvo en el aeropuerto de Madrid-Barajas al súbdito afgano Taj Uddin, que ocultaba 4,5 kilos de heroína en el doble fondo de una maleta.

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