El tipo de cambio de la peseta contra el marco se mantiene estable, pese a las presiones para depreciar la moneda española

Las presiones sobre la necesidad de una depreciación de la peseta frente al marco alemán no han afectado en lo más mínimo al tipo de cambio de la divisa española frente a la germana en el mercado de divisas de Madrid. Durante esta última semana, el cambio comprador del marco se ha mantenido inalterado en 63,7 pesetas y el vendedor en 63,8.Las intervenciones del Banco de España, independientemente de su cuantía, han conseguido clavar el cambio de la peseta frente al marco, aún cuando esta cotización se encuentra en la banda baja de fluctuación dentro del SME, con el punto central en las 65 pese...

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Las presiones sobre la necesidad de una depreciación de la peseta frente al marco alemán no han afectado en lo más mínimo al tipo de cambio de la divisa española frente a la germana en el mercado de divisas de Madrid. Durante esta última semana, el cambio comprador del marco se ha mantenido inalterado en 63,7 pesetas y el vendedor en 63,8.Las intervenciones del Banco de España, independientemente de su cuantía, han conseguido clavar el cambio de la peseta frente al marco, aún cuando esta cotización se encuentra en la banda baja de fluctuación dentro del SME, con el punto central en las 65 pesetas. La peseta podría, por tanto, soportar sin tensiones una depreciación hasta el borde de las 68 pesetas; ya que aunque la banda tiene su punto máximo en las 68,9 pesetas cuando se agota el 75% de ésta sí es obligado intervenir.

Según los operadores del mercado de divisas, el sistema de intervención que se ha utilizado de forma primordial es la venta de dólares contra pesetas, sin que tampoco se viera afectado el cambio de la peseta frente a la divisa norteamericana. La depreciación de la moneda española frente al dólar fue ayer de sólo un 0,02%, al fijarse un cambio (fixing) de 117,68 pesetas frente a las 117,64 del jueves.

Banda de fluctuación

Hay dos motivos que pueden justificar que el Banco de España haya decidido intervenir mucho antes de alcanzar incluso el punto central de la banda. En primer lugar, cualquier depreciación implica una importación de inflación desde otros países y, salvo que sea de una cuantía considerable, es difícil que consiga una mejora en el saldo comercial del país. El segundo motivo incide en el convencimiento por parte de las autoridades monetarias de que no hay un motivo real para una depreciación o una salida de capitales, con lo que el mantenimiento de un tipo de cambio casi fijo podría acelerar la vuelta a la calma en los mercados.Como punto de apoyo adicional quedan las abultadas reservas de divisas que mantiene el Banco de España ya que, hasta hace muy poco, sus intervenciones iban más en la línea de comprar divisas que de cubrir un exceso de oferta de pesetas. La venta de reservas, además, equivale a una detracción de liquidez del mercado con lo que puede ayudar a mantener el objetivo de una política monetaria restrictiva. En cualquier caso, esa ayuda a la restricción de liquidez puede haber sido excesiva con lo que, como contrapartida, las subastas de préstamos de los últimos días son bastante abultadas. Ayer, el Banco de España inyectó 1,78 billones de pesetas en el mercado monetario a través de la subasta.

Las fuertes inyecciones de liquidez que está efectuando el banco emisor en los últimos días han reducido el volumen que se intercambia, a los menores plazos, en el mercado interbancario. Al plazo de un año, sin embargo, han aumentado tanto los importes negociados en interbancario como los tipos de interés a los que se han cruzado operaciones. La explicación a este cambio de comportamiento puede estar en el convencimiento de que, con presiones contra la peseta, es difícil que bajen los tipos de interés a corto plazo.

La subasta de letras del jueves apoya esta hipótesis ya que fue la primera, desde finales de julio, que no supuso un recorte efectivo de los tipos de interés, sino sólo un ajuste técnico por el menor plazo de amortización. La reacción del segundo mercado de letras ha sido de un ligero repunte al alza de los tipos, sobre todo a los menores plazos. Si vuelven a repuntar los tipos, conviene colocar cuanto antes las letras emitidas los últimos meses. En este contexto, ayer las operaciones a tres días se cruzaron entre el 14,75% y el 14,80%.

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