700 personas participan en un simulacro de accidente aéreo en el Pirineo oriental
Los ministerios del Interior francés y español, por encargo de la Comunidad Europea (CE), organizaron ayer un simulacro de catástrofe aérea en la frontera del Pirineo oriental, en el que participaron más de 700 personas de ambas nacionalidades. El ejercicio, que se celebró en el municipio francés de Sant Martin de l'Albere, consistió en la supuesta caída de un avión y el rescate de las víctimas. La experiencia se enmarca en la pretensión de la CE de crear un servicio europeo de Protección Civil.
España aportó al ejercicio medio centenar de personas, entre bomberos, personal sanitario de...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
Los ministerios del Interior francés y español, por encargo de la Comunidad Europea (CE), organizaron ayer un simulacro de catástrofe aérea en la frontera del Pirineo oriental, en el que participaron más de 700 personas de ambas nacionalidades. El ejercicio, que se celebró en el municipio francés de Sant Martin de l'Albere, consistió en la supuesta caída de un avión y el rescate de las víctimas. La experiencia se enmarca en la pretensión de la CE de crear un servicio europeo de Protección Civil.
España aportó al ejercicio medio centenar de personas, entre bomberos, personal sanitario de la Cruz Roja y radioaficionados, además de patrullas de la Guardia Civil y tres helicópteros. El ejercicio se inscribe en la voluntad de los 12 países de la CE, que enviaron observadores al lugar de los hechos, de establecer las líneas básicas de una futura dirección de Protección Civil europea, que sirva para aunar esfuerzos cuando se produzca una situación de emergencia en cualquier punto de la Comunidad.La presencia española en el ejercicio evidenció, según el responsable de Aviación Civil de la Comisión Europea, Jean Paul Hennothe, las buenas relaciones que mantienen los dos países. La supresión de la frontera entre Francia y España, por la franja de Cataluña y Aragón, que se producirá en 1.990, permitirá, según Hennothe, una mayor movilidad de las fuerzas de Protección Civil de ambos países.
El ejercicio simuló la caída de un avión con 170 pasajeros a bordo y 5 tripulantes. En el accidente, para el que se utilizaron restos reales de un avión, fallecieron 50 personas, 90 resultaron heridas y 5 desaparecidas. Las víctimas estaban diseminadas en una extensión de varias hectáreas. Las supuestas víctimas eran bomberos voluntarios franceses, que se prestaron a que sus cuerpos fuesen maquillados para simular las heridas. Tres campamentos, equipados con los más sofisticados aparatos médicos, atendían a los supuestos heridos, que fueron trasladados a hospitales españoles y franceses.