Muere un teniente al estallar una granada que manipulaba

Un teniente de infantería resultó muerto y 13 soldados heridos de diversa consideración tras estallar accidentalmente una granada en el campamento militar de Santa Cruz de Parga (Lugo). El teniente Serafín Díaz Sánchez, de 33 años, adscrito a una unidad aerotransportable de Figueirido (Pontevedra), falleció instantáneamente como consecuencia de la explosión de una granada de mano que manipulaba mientras impartía unas clases prácticas.

El cabo Gerardo de la Fuente Vázquez, de 18 años, sufrió heridas de gravedad en la cara, tórax y antebrazos y tuvo que ser intervenido quirúrgicamente en ...

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Un teniente de infantería resultó muerto y 13 soldados heridos de diversa consideración tras estallar accidentalmente una granada en el campamento militar de Santa Cruz de Parga (Lugo). El teniente Serafín Díaz Sánchez, de 33 años, adscrito a una unidad aerotransportable de Figueirido (Pontevedra), falleció instantáneamente como consecuencia de la explosión de una granada de mano que manipulaba mientras impartía unas clases prácticas.

El cabo Gerardo de la Fuente Vázquez, de 18 años, sufrió heridas de gravedad en la cara, tórax y antebrazos y tuvo que ser intervenido quirúrgicamente en el hospital del Insalud de Lugo para extraerle metralla de un ojo, en el que corre peligro de perder la visión. Otros 12 soldados fueron trasladados al centro sanitario lucense, en donde fueron atendidos de heridas leves dados de alta a última hora de la mañana.Este es el segundo accidente mortal que se registra en el campamento de Parga en un corto período de tiempo. El teniente fallecido había presenciado el accidente que costó la vida a un sargento y en el que cinco soldados resultaron heridos hace menos de un año, durante unos ejercicios de tiro.

Las instalaciones militares de Parga están hoy prácticamente abandonadas. Sólamente resta una pequeña guarnición que ejerce labores de vigilancia y mantenimiento. Esporádicamente se realizan ejércicios prácticos en el recinto y maniobras militares en los montes de las inmediaciones.

En diciembre de 1987, fueron depositados en las instalaciones de Parga los bidones tóxicos del buque de bandera panameña Cason que embarrancó en la costa de Finisterre, lo que provocó una fuerte reacción entre los vecinos del cercano municipio de Guitiriz. Las autoridades decidieron inmediatamente trasladarlos al puerto de la factoría Alúmina Alumino de San Ciprián (Lugo) tras graves incidentes con las fuerzas de seguridad.

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