Editorial:

Sentencia política

DESPUÉS DE la decisión adoptada ayer por el Parlamento griego, Andreas Papandreu, jefe del Gobierno durante ocho años, tendrá que comparecer ante un tribunal especial para ser juzgado por dos hechos gravísimos: escuchas telefónicas y corrupción pasiva, o sea, haber recibido seis millones de dólares del banquero Koskotas, culpable del mayor fraude político-financiero de la historia griega. Koskotas escapó de su país con oscuras ayudas de miembros del Gobierno y se halla detenido en EE UU, pendiente de ser extraditado a Grecia.La decisión del Parlamento, que se basa en el informe de una comisión...

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DESPUÉS DE la decisión adoptada ayer por el Parlamento griego, Andreas Papandreu, jefe del Gobierno durante ocho años, tendrá que comparecer ante un tribunal especial para ser juzgado por dos hechos gravísimos: escuchas telefónicas y corrupción pasiva, o sea, haber recibido seis millones de dólares del banquero Koskotas, culpable del mayor fraude político-financiero de la historia griega. Koskotas escapó de su país con oscuras ayudas de miembros del Gobierno y se halla detenido en EE UU, pendiente de ser extraditado a Grecia.La decisión del Parlamento, que se basa en el informe de una comisión de 13 diputados, seis socialistas y siete de la coalición gubernamental, equivale a una sentencia política contra Papandreu. Éste acudió a la Cámara para defenderse, alegando que era víctima de una campaña de calumnias y acusando a determinados círculos norteamericanos de haberla fomentado. Mientras no haya sentencia judicial, Papandreu tiene derecho a ser considerado inocente. Pero la votación parlamentaria y los debates que la han precedido equivalen a una sentencia política y le dejan en pésimo lugar frente a la opinión pública.

Siempre es lamentable que la política se mezcle con los tribunales. En este caso, la condena de Papandreu, y de varios ministros del PASOK, es el objetivo esencial, casi único, de la coalición contra natura de conservadores y comunistas que asumió el Gobierno después de las últimas elecciones. El aspecto penal del problema se resolverá ante los tribunales. En cuanto a los efectos políticos, se manifestarán en las próximas elecciones, dentro de poco más de un mes, y todo indica que los conservadores serán los vencedores. En todo caso, urge que Grecia salga de este período en que toda su vida política ha girado en torno a escándalos y corrupción.

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