Acabado en punta

El mercado de valores madrileño se decantó ayer a favor del optimismo. Después de cuatro jornadas, el equilibrio entre compras y ventas y la indefinición, norma durante toda la semana, se quebró. Ante la falta de decisión del mercado, los compradores, finalmente, decidieron tomar la iniciativa. Gracias a ellos, la semana finalizó en punta, con fondo firme y con todas las posibilidades abiertas de cara a próximas sesiones. De nuevo, el sector eléctrico, empujado por noticias y rumores, atrajo dinero y se convirtió en el protagonista de la sesión.Por ahora, el buen momento del grupo se impone a ...

El mercado de valores madrileño se decantó ayer a favor del optimismo. Después de cuatro jornadas, el equilibrio entre compras y ventas y la indefinición, norma durante toda la semana, se quebró. Ante la falta de decisión del mercado, los compradores, finalmente, decidieron tomar la iniciativa. Gracias a ellos, la semana finalizó en punta, con fondo firme y con todas las posibilidades abiertas de cara a próximas sesiones. De nuevo, el sector eléctrico, empujado por noticias y rumores, atrajo dinero y se convirtió en el protagonista de la sesión.Por ahora, el buen momento del grupo se impone a los recelos que despiertan precios muy altos. Las eléctricas gozaron de la compañía de un sector bancario que comienza a apuntar maneras, tras unas semanas de comportamiento negativo. A la clara subida conseguida por el índice general contribuyó también el grupo de comunicaciones, con las matildes como estrellas. Los valores industriales, artistas invitados en las últimas sesiones, continuaron centrando las realizaciones. Representan el escenario del juego a corto plazo. La firmeza del mercado se ha plasmado a lo largo de toda la semana en un suave incremento del volumen de negocio que ha llegado a situarse en tomo a los 16.000 millones de pesetas.

El mercado continuo, al que el próximo lunes se incorporan las sociedades eléctricas Enher, y Unión Fenosa, acapara, cada día con más fuerza, la atención de los profesionales del parqué. Al cierre de la sesión, el dinero pesaba más que el papel.