El 'Guernica', en color

Después de tranquilo paseo por el Retiro le entran ganas de visitar un museo y se encamina al Casón del Buen Retiro. Muestra su DNI y accede al edificio. Entonces, el maléfico director del museo lleva a cabo su gran idea. Nuestros amigos, los norteamericanos, que son los amos del mundo y los poseedores de la verdad, han sacado los coloretes a James Stewart, Lauren Bacall, Clark Gable, Humplirey Bogart, Errol Flynn..., ¿por qué no podemos hacer nosotros lo mismo?Cuando está leyendo los tableros explicativos de la entrada, ve pasar velozmente al pérfido directór con una brocha en la m...

Después de tranquilo paseo por el Retiro le entran ganas de visitar un museo y se encamina al Casón del Buen Retiro. Muestra su DNI y accede al edificio. Entonces, el maléfico director del museo lleva a cabo su gran idea. Nuestros amigos, los norteamericanos, que son los amos del mundo y los poseedores de la verdad, han sacado los coloretes a James Stewart, Lauren Bacall, Clark Gable, Humplirey Bogart, Errol Flynn..., ¿por qué no podemos hacer nosotros lo mismo?Cuando está leyendo los tableros explicativos de la entrada, ve pasar velozmente al pérfido directór con una brocha en la mano y con un séquito de pintores tras él. Asombrado, le sigue. Ve cómo quitan los cristales que protegen el Guernica y arremeten con la obra, dejándola en tonos pastel con fondo granate vozarrero, que no chillón.

Usted, perplejo, huye del lugar endemoniado, presa de un pánico terrible. ¿Y si al salir veo que han pintado la Cibeles de verde? Los pasos de cebra, ¿serán blancos y negros, como siempre, o azules y fucsia? Sólo faltaría que pintaran el Bernabéu de azul y grana. Las sábanas de los hospitales tendrán tonos anaranjados, y la horchata será morada. Las bodas parecerán espectáculos circenses con payasos multicolores, y el Papa vestirá de beis. Ante esta perspectiva sufre un colapso y muere al instante.-