Tribuna:

En su lugar, descansen

La jornada de ayer en la bolsa madrileña acusó el esfuerzo de las dos primeras sesiones. El cansancio se tradujo en una mayor presencia de papel, que a pesar de todo, no consiguió acabar con la sensación de escasez que impera en el mercado. Continuaron las realizaciones, bien contestadas por un dinero alegre que apareció en los momentos justos y para valores muy determinados. Como consecuencia, y a pesar del retroceso en el índice, los habituales comentan con satisfacción la fuerte oposición que registra el mercado a marcar bajas significativas.Aunque no faltan los comentarios recelosos acerca...

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La jornada de ayer en la bolsa madrileña acusó el esfuerzo de las dos primeras sesiones. El cansancio se tradujo en una mayor presencia de papel, que a pesar de todo, no consiguió acabar con la sensación de escasez que impera en el mercado. Continuaron las realizaciones, bien contestadas por un dinero alegre que apareció en los momentos justos y para valores muy determinados. Como consecuencia, y a pesar del retroceso en el índice, los habituales comentan con satisfacción la fuerte oposición que registra el mercado a marcar bajas significativas.Aunque no faltan los comentarios recelosos acerca de la actual situación, la mayoría coincide en señalar que la bolsa ha consolidado posiciones para situarse en una coyuntura de cómoda espera. Nueva York tiene la palabra. Una subida de importancia en la bolsa neoyorkina se traduciría, según la opinión más extendida, en movimiento hacia nuevos máximos.

Los sectores constructor y eléctrico mantuvieron el protagonismo de días pasados y sólo los retrocesos en el grupo bancario, que aumentó su volumen de contratación de forma muy importante, y en el de comunicaciones evitaron un mejor índice. En éste último grupo, los recortes experimentados en el mercado neoyorkino por el valor que más pondera influyeron de forma decisiva. El arbitraje con Nueva York incrementó la contratación del valor recién estrenado en el mercado continuo. Al cierre, la sensación era la de haber hecho lo justo para mantener vivas las buenas expectativas.

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