Pactos efímeros

Pérez Camba, ex concejal franquista y primer alcalde democrático de Allariz por UCD, obtuvo poco más de 400 votos en las últimas elecciones municipales. Encabezaba entonces la candidatura de la Coalición Progresista Galega, efímera agrupación electoral que englobó a Coalición Galega y los desaparecidos Partido Demócrata Popular y Partido Liberal. Los comicios los ganó AP con cinco concejales frente a cuatro del BNG, dos del PSOE y otros de la lista que encabezaba Pérez Camba. La alcaldía fue para el número uno de AP, Celestino Bouzas, que dimitió a los pocos meses ante las fuertes divergen...

Pérez Camba, ex concejal franquista y primer alcalde democrático de Allariz por UCD, obtuvo poco más de 400 votos en las últimas elecciones municipales. Encabezaba entonces la candidatura de la Coalición Progresista Galega, efímera agrupación electoral que englobó a Coalición Galega y los desaparecidos Partido Demócrata Popular y Partido Liberal. Los comicios los ganó AP con cinco concejales frente a cuatro del BNG, dos del PSOE y otros de la lista que encabezaba Pérez Camba. La alcaldía fue para el número uno de AP, Celestino Bouzas, que dimitió a los pocos meses ante las fuertes divergencias entre los grupos de centroderecha. Su sustituto, el también aliancista José Luis Cid, consiguió formar Gobierno con el PSOE, pero el pacto no duró más de cinco meses y optó por abandonar el cargo. La pelota pasó entonces a manos de Pérez Camba, integrado ya en las filas del PP, que fue elegido alcalde el pasado 4 de abril con el apoyo de su partido y de un concejal disidente del PSOE. El único grupo municipal que ha permanecido inalterable desde las elecciones es el BNG.El alcalde se ha impuesto la ley del silencio. Con la inestimable ayuda de su esposa despide a los periodistas que se acercan por el bar de su propiedad, donde la clientela mayoritaria últimamente son policías municipales y guardias civiles. Lo que sí ha dejado bien claro es que no piensa dimitir. "Me voy a poner en mi puesto de alcalde", advirtió en una breve conversación telefónica con EL PAÍS.

Las negociaciones mantenidas hasta ahora entre Gobierno municipal y oposición no han logrado desbloquear el conflicto, aunque uno de los concejales que apoyaban al alcalde se ha desvinculado del grupo. Pérez Camba afirmó hace unos días desafiante que "entraré en mi despacho en el momento que me dé la gana". Pero cuando la fuerza pública intentó desalojar la casa consistorial, una cadena humana formada en torno del edificio se lo impidió. Mientras el pulso continúa, nadie repara ya en que en el río donde hace un mes murieron cientos de peces se bañan ahora los niños.