Carabineros 'peinan' en Italia residencias de ancianos y minusválidos

El nuevo ministro de Sanidad, Francesco de Lorenzo, acaba de lanzar su tercera embestida contra el fraude y las condiciones higiénicas en centros y establecimientos públicos. Tras haber enviado días,atrás 430 carabineros, primero a los hospitales y después a los cámpings de todo el país, ahora, en su última andanada, han sido controladas 532 residencias de ancianos y de minusválidos. De Lorenzo ha advertido a bares y restaurantes de todo el país que estén preparados para la nueva embestida. Y el pánico ha cundido. Los enemigos del ministro le llaman ...

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El nuevo ministro de Sanidad, Francesco de Lorenzo, acaba de lanzar su tercera embestida contra el fraude y las condiciones higiénicas en centros y establecimientos públicos. Tras haber enviado días,atrás 430 carabineros, primero a los hospitales y después a los cámpings de todo el país, ahora, en su última andanada, han sido controladas 532 residencias de ancianos y de minusválidos. De Lorenzo ha advertido a bares y restaurantes de todo el país que estén preparados para la nueva embestida. Y el pánico ha cundido. Los enemigos del ministro le llaman toro desencadenado y también tren sin frenos.En esta nueva invasión por los carabineros de las residencias para ancianos y minusválidos, los resultados no han sido más halagüeños que en las anteriores incursiones: dos de cada tres de los 532 centros inspeccionados han resultado 'Fuera de la ley". Han sido denunciadas 500 personas y requisadas 5.000 cajas de medicinas caducadas.

Los carabineros declaran que han encontrado de todo: desde situaciones "vergonzosas" en los servicios higiénicos hasta "ratones vivos y muertos en cocinas y despensas". En algunos centros, por ejemplo en cuatro de Palermo, la situación era tan desesperada que han tenido que ser cerrados inmediatamente. Hay casos en que los carabineros han encontrado a enfermeros y enfermeras jugando a las cartas al lado de ancianos que se habían hecho sus necesidades encima, sin limpiar en rn.ueho tiempo.

Pero lo que más preocupa en Italia es que el celo del ministro está contagiando a otros; y así, por ejemplo, los organismos sanitarios de Venecia acaban de enviar a los carabineros a todos los restaurantes de la ciudad.

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