Cartas al director

Barrer para adentro

Por una vez debe elogiarse barrer para adentro, ya que con demasiada frescura no faltan en Madrid balcones y ventanas desde los cuales se barre para afuera o se sacuden alfombras sin el menor cuidado por la higiene y sin respeto a los vecinos que viven abajo.Se ha extendido mucho, por fortuna, el uso de las máquinas eléctricas de limpieza, que además de ahorrar tiempo y esftierzo libran a alfombras, moquetas y suelos de toda materia cochambrosa. Muy cercano el siglo XXI, no puede continuar el gusto de sacudir la suciedad desde los balcones, ni limpiar la casa propia a costa de la ajena.
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Por una vez debe elogiarse barrer para adentro, ya que con demasiada frescura no faltan en Madrid balcones y ventanas desde los cuales se barre para afuera o se sacuden alfombras sin el menor cuidado por la higiene y sin respeto a los vecinos que viven abajo.Se ha extendido mucho, por fortuna, el uso de las máquinas eléctricas de limpieza, que además de ahorrar tiempo y esftierzo libran a alfombras, moquetas y suelos de toda materia cochambrosa. Muy cercano el siglo XXI, no puede continuar el gusto de sacudir la suciedad desde los balcones, ni limpiar la casa propia a costa de la ajena.

Por ahora sobran, por lo visto, las ordenanzas municipales, los consejos sanitarios, los productos y artefactos modernos de limpieza, las justificadas quejas de tantos perjudicados y las campañas contra la contaminación ambiental.

¡Qué dirán los verdes!-

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