El hombre sepultado en un pozo de Mallorca el viernes seguía vivo ayer

Manuel Rodríguez Muñoz, de 56 años, que quedó sepultado el viernes a las ocho de la mañana cuando trabajaba en un pozo de la localidad mallorquina de Andratx, seguía con vida a las siete de la tarde de ayer, después de estar más de 36 horas enterrado. Ayer por la mañana se le inyectó oxígeno a través de las piedras, para intentar que resista hasta que lleguen a su fin los trabajos de rescate, que se realizan muy lentamente debido a la movilidad de las paredes del pozo y lo blando del terreno. En la tarde de ayer se temía por su vida, ya que los efectivos que trabajan en las áreas de salvament...

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Manuel Rodríguez Muñoz, de 56 años, que quedó sepultado el viernes a las ocho de la mañana cuando trabajaba en un pozo de la localidad mallorquina de Andratx, seguía con vida a las siete de la tarde de ayer, después de estar más de 36 horas enterrado. Ayer por la mañana se le inyectó oxígeno a través de las piedras, para intentar que resista hasta que lleguen a su fin los trabajos de rescate, que se realizan muy lentamente debido a la movilidad de las paredes del pozo y lo blando del terreno. En la tarde de ayer se temía por su vida, ya que los efectivos que trabajan en las áreas de salvamento no le oían, pero más tarde volvieron a escucharse sus gemidos, ya que desde un principio se quejó de dolor en las piernas. En las tareas colaboran bomberos del servicio de Prevención, Guardia Civil, expertos del GEAS (Grupo de Expertos en Actividades Subacuáticas) y Policía Local. A la espera se mantienen miembros de la Cruz Roja y dos médicos y un ATS del Insalud.

Rodríguez Muñoz, granadino, aunque vecino de Andratx y residente en Mallorca desde hace 26 años, quedó atrapado cuando trabajaba en la ampliación de un pozo en la finca Cambella. Al parecer, las características del terreno y la vibración de un martillo neumático produjeron el derrumbamiento de las paredes del pozo.

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