UGT denuncia la retirada de la maquinaria de la fábrica de Citroën en Orense

Los empleados de la empresa automovilística Talbot han recibido la orden de retirar la maquinaria de la factoría orensana de Citröen y trasladarla a Madrid, según denunció ayer el secretario comarcal de UGT en Orense, Baldomero Orean.

Según las mismas fuentes, los empleados de Talbot -que forma parte del grupo PSA junto con Peugéot y Citröen- tienen orden tajante de desmontar y llevarse la maquinaria lo antes posible, aunque los trabajadores de la factoría de Orense intentarán convencerles para que el traslado no llegue a producirse, según informa Efe.

Con este objetivo, la c...

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Los empleados de la empresa automovilística Talbot han recibido la orden de retirar la maquinaria de la factoría orensana de Citröen y trasladarla a Madrid, según denunció ayer el secretario comarcal de UGT en Orense, Baldomero Orean.

Según las mismas fuentes, los empleados de Talbot -que forma parte del grupo PSA junto con Peugéot y Citröen- tienen orden tajante de desmontar y llevarse la maquinaria lo antes posible, aunque los trabajadores de la factoría de Orense intentarán convencerles para que el traslado no llegue a producirse, según informa Efe.

Con este objetivo, la candidatura unitaria de trabajadores de Citröen, formada por CC OO, UGT y un sindicato independiente de Galicia, han entregado un escrito a los trabajadores de Talbot en el que les piden solidaridad y les recuerdan que un piquete de 60 trabajadores intentará impedir que la maquinaria salga de la fábrica.

El objetivo prioritario para los trabajadores de Citröeni es, según fuentes de UGT, es "conseguir que los tribunales acepten el conflicto colectivo que los trabajadores presentarán si la dirección de Citröen no acepta los acuerdos firmados el 15 de julio". Esos acuerdos, aseguran, abrieron la posibilidad a los trabajadores para solicitar su incorporación en otras factorías de la empresa.

El conflicto de Citröen comenzó el pasado 14 de julio, cuando los trabajadores de la planta se encerraron con miembros de la dirección, tras la venta de la factoría situada en San Ciprián a Labauto Ibérica, filial de la sociedad francesa Labinal. Posteriormente, un total de 600 personas, trabajadores y familiares, permanecieron encerrados hasta el pasado sábado, día 5, en la catedral de Santiago de Compostela.

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