La enfermedad de Ruiz-Mateos

La trombosis mesentérica venosa, una rara alteración que tiende a repetirse

Un muchacho de elevada estatura franquea la entrada a la habitación 619, en la 6ª planta de la clínica madrileña de La Luz. En ella está ingresado el empresario José María ruiz-Mateos, ex presidente del holding rumasa y nuevo parlamentario europeo. Ha sido operado de una rara enfermedad abdominal, una trombosis mesentérica venosa, que le ha hecho pasar por el quirófano dos veces en menos de 15 días. Con ella, y dado el caso especialísimo de este enfermo, llegaron los rumores de cáncer, circunstancia asociada al proceso.

"Mi padre sentía un dolor muy agudo en el estómago y vomitaba", dic...

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Un muchacho de elevada estatura franquea la entrada a la habitación 619, en la 6ª planta de la clínica madrileña de La Luz. En ella está ingresado el empresario José María ruiz-Mateos, ex presidente del holding rumasa y nuevo parlamentario europeo. Ha sido operado de una rara enfermedad abdominal, una trombosis mesentérica venosa, que le ha hecho pasar por el quirófano dos veces en menos de 15 días. Con ella, y dado el caso especialísimo de este enfermo, llegaron los rumores de cáncer, circunstancia asociada al proceso.

"Mi padre sentía un dolor muy agudo en el estómago y vomitaba", dice Rocío, la sexta hija del empresario. Ruiz-Mateos sufría los primeros síntomas de la enfermedad: un trombo se había adueñado de una vena encargada de recoger la sangre de una parte de su intestino delgado. Era en junio, después del 15-J, cuando resultó elegido parlamentario europeo. "Tuvo algún problema en la vesícula en 1983, pero nunca había estado enfermo", dice la hija de Ruiz-Mateos.Pocos días después, el empresario jerezano ingresaba en la clínica y fue operado urgentemente de abdomen agudo. En este término se engloba una serie de circunstancias clínicas, como apendicitis, peritonitis, perforación..., que requieren la intervencion quirurgica urgente del paciente.

En esa primera operación, que ocurrió el 24 de junio y que fue realizada por Pedro Moreno, jefe del servicio de cirugía digestiva del hospital Doce de Octubre, de Madrid, se le resecó la porción de intestino que estaba necrosada, a resultas de la falta de riego.

Los vasos que irrigan el intestino discurren por el mesenterio, una membrana serosa que cubre el intestino a modo de asa, y pueden ocluirse por un trombo formado en su interior o por un coágulo sanguíneo procedente de otras arterias. La obstrucción trombótica puede ser arterial o venosa, siendo la primera más frecuente. La trombosis arterial es casi siempre debida a un problema de arteriosclerosis del paciente.

La trombosis venosa puede ser una complicación grave de determinadas enfermedades, como. la cirrosis hepática, la insuficiencia cardiaca, alteraciones hematológicas que modifican la coagulación, inflamaciones intestinales graves, traumatismos del abdomen, la presencia de determinados cánceres y el uso de anticonceptivos orales que causan un aumento de la coagulabilidad de la sangre. En algunos casos no se encuentran las causas. "Se ha descartado que se tratase de un cáncer", dice Rocío, "y que intentasen envenenarle. Si hubiesen querido hacerlo, le hubieran matado; y, además, no se habría repetido el episodio".

Enfermedad de ancianos

"Los médicos no saben a qué se debe, pero dicen que es una enfermedad propia de viejos", prosigue Rocío. Su padre tiene sólo 55 años. "Puede ser por todo lo que ha sufrido hasta ahora, por los problemas que ha tenido con el Gobierno", dice Rocío."I_a trombosis puede tener otra patología acompañante. La causa de esta dolencia sólo se puede saber a través del examen de los tejidos que se han resecado en la intervención", manifiestan Javier Marín y Manolo Limones, médicos adjun.tos del servicio de Cirugía General del Hospital de la Cruz Roja de Madrid.

"En mis 19 años de práctica médica -dice Marin-, sólo he visto trombosis masivas en los afectados por el síndrome tóxico, causado la colza". En este caso, los enfermos padecían alteraciones difusas de los pequé¡íos vasos. La trombosis localizada, como sería la que padece el empresario jerezano y que afecta a determinados segmentos, es aún más rara, según este médico.

La mortalidad de la trombosis venosa mesentérica es de alrededor del 20%, y su pronóstico es más favorable que el de los pacientes que sufren una oclusión arterial. También la sintomatología es más leve: el dolor, las náuseas y los vómitos pueden presentarse varios días antes de que el intestino afectado se vuelva gangrenoso y que los signos y síntomas de la peritonitis (inflamación del peritoneo) se manifiesten.

Existe tendencia a la repetición de ese proceso, como ha sido el caso de Ruiz-Mateos, que puede requerir una segunda intervención quirúrgica si el enfermo se deteriora.

Recuperación

Efectivamente, después de que el empresario cumpliera su preceptivo posoperatorio, sintió, a los tres días de estar en su casa, nuevas molestias. Ingresó de nuevo en la clínica el pasado 7 de julio. Al día siguiente volvía a entrar en el quirófano con un cuadro similar. También se le resecó un fragmento de intestino. Precisamente esta tendencia a presentar ulteriores episodios es uno de los factores de riesgo mayores de esta dolencia."Ha perdido 13 kilos, pero ya los va recuperando", prosigue la hija del empresario. Por su parte, Pedro Escartín,jefe de servicio de medicina digestiva de la clínica Puerta de Hierro, que vela por la salud de RuizMateos, ha manifestado que su paciente evoluciona favorablemente y que será dado de alta pronto, aunque se ha negado a facilitar más información.

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