Tribuna:

Aparentemente tranquilo

La sesión de apertura semanal ha respondido a los planteamientos habituales de la barandilla, tanto por el volumen negociado como porque las tomas de posiciones que se produjeron no parecen ir más allá de las cinco sesiones del cielo. Esto indica que nada ha cambiado respecto a la inmobilidad del mercado, que puede ir a más a medida que pasen los días. Los corros resultaron francamente aburridos y sólo los valores americanos consiguieron animar algo una jornada destinada a ser un simple trámite. El viernes anterior la contratación se situó por debajo de los 10.000 millones de pesetas ef...

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La sesión de apertura semanal ha respondido a los planteamientos habituales de la barandilla, tanto por el volumen negociado como porque las tomas de posiciones que se produjeron no parecen ir más allá de las cinco sesiones del cielo. Esto indica que nada ha cambiado respecto a la inmobilidad del mercado, que puede ir a más a medida que pasen los días. Los corros resultaron francamente aburridos y sólo los valores americanos consiguieron animar algo una jornada destinada a ser un simple trámite. El viernes anterior la contratación se situó por debajo de los 10.000 millones de pesetas efectivas, con lo que se cumple uno de los pronósticos que se realizaron al producirse la última salida de papel institucional.El mercado continuo tampoco se salvó de la apatía de los inversores, y los dos valores incorporados en esta sesión tuvieron un volumen de negocio inferior al habitual, sobre todo Zardoya Otis, que se quedó por debajo de los 2.000 títulos y estrenó mercado con un recorte de 540 pesetas, aunque mejoró esa situación al cierre. El resto de los valores que contratan mediante este sistema tuvo un comportamiento muy desigual, y siempre dentro de una inactividad notable.

Los valores bancarios no consiguieron variar su anterior trayectoria, y quedaron bajo la presión del papel, con alguna excepción entre los grandes, que tuvo más de voluntariosa que de real, pues el mercado cubrió a toda velocidad ese resto comprador al cien por cien.

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