Ignacio Vázquez y Carlos García

Un abogado y un estudiante "por una 'mili' más europea"

Son objetores de conciencia y no han ido a la mil¡, pero afirman que ahora están sufriendo el servicio militar de muchísimas personas "que acaba de forma trágica". Constataron "el abismo que existe entre el Ejército español y el de cualquier otro país de la CE", y al comprobar que en otros Estados, iniciativas similares tuvieron éxito, el abogado Ignacio Vázquez y un estudiante, Carlos García, decidieron poner en marcha la Oficina del Defensor del Soldado, que se .presentó el pasado martes en Madrid.

Por si estas razones no fueran suficientes, la cifra de 539 muertos, cerca de 800 mutil...

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Son objetores de conciencia y no han ido a la mil¡, pero afirman que ahora están sufriendo el servicio militar de muchísimas personas "que acaba de forma trágica". Constataron "el abismo que existe entre el Ejército español y el de cualquier otro país de la CE", y al comprobar que en otros Estados, iniciativas similares tuvieron éxito, el abogado Ignacio Vázquez y un estudiante, Carlos García, decidieron poner en marcha la Oficina del Defensor del Soldado, que se .presentó el pasado martes en Madrid.

Por si estas razones no fueran suficientes, la cifra de 539 muertos, cerca de 800 mutilados y más de 8.000 heridos en los últimos cinco años "nos impulsó a crear la asociación".Ignacio Vázquez, abogado madrileño de 25 años, es, además, especialista en Derecho islámico, materia que ha estudiado sobre el terreno, y que le dio la oportunidad de comprobar que en muchos países árabes la situación del servicio militar es todavía peor que en España, "ya que los ricos quedan exentos si pagan".

El vicepresidente de la Oficina del Defensor del Soldado cree que "si pensamos en una Europa unida, hay que admitir también la unificación de un modelo de Ejército, por lo que el español ha de mejorar mucho en cuanto a la calidad de vida de los soldados, que hoy es denigrante", reflexiona con su aspecto del primero de la clase, mientras prepara las oposiciones al cuerpo diplomático. Ignacio Vázquez da la impresión de ser una de esas personas que sacan el tiempo de donde no existe y así, entre expedientes e mozos accidentados y volúmenes de Derecho Internacional, siempre busca un hueco para su verdadera pasión: el estudio de la literatura inglesa.

Para Carlos García, que es secretario general de la asociación, pertenecer a una familia dedicada a la minería desde hace varias generaciones en la cuenca asturiana le ha marcado con un cierto espíritu combativo, que ahora quiere verter en la Oficina del Defensor del Soldado. Carlos García tiene 26 años, cursa 52 de Arquitectura y ha dedicado un año de estudio a intentar demostrar la relación entre los misterios arquitectónicos del monasterio de El Escorial y la Kábala judía.

Este asturiano, de mirada de chico bonachón, ha hecho estudios también sobre la situación medioambiental en las ciudades. La lucha para conseguir mayores extensiones verdes en las urbes y, en definitiva, evitar una mayor degradación del ambiente son reivindicaciones que le gustaría llevar al Parlamento Europeo, si resulta elegido por la lista del CDS, en la que se presenta a la cita electoral del 15 de junio. "Nuestra asociación es totalmente independiente de cualquier ideología y a ella pueden pertenecer personas de cualquier filiación, e incluso apolíticos".

La Oficina del Defensor del Soldado no cuenta todavía con ninguna subvención, y entre las cartas que Ignacio Vázquez y Carlos García envían estos días para solicitar donaciones no han dudado en incluir una para Narcís Serra, ministro de Defensa. "En países como Holanda o Dinamarca, organizaciones similares a la nuestra han contribuído a un mejor entendímiento entre la sociedad civil y la castrense y los propios ejércitos las consideran necesarias", dicen los dos, convencidos de que el optimismo es la mejor arma de que disponen.

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