Tribuna:

El IPC no está descontado

La inflación sigue imponiendo su ritmo a los mercados de valores, tanto internos como externos. La reciente subida de Wall Street ha sido una simple reacción ante un retroceso de esta magnitud económica en Estados Unidos y los problemas que han encontrado los mercados españoles para unirse a ella se deben a los temores que provoca la inminente publicación del IPC de abril. Esta diferencia entre un dato ya conocido y otro del que sólo se sabe que no será bueno es la que explica el comportamiento de los inversores en esta última sesión. La subida de Wall Street había creado la ilusión de una sit...

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La inflación sigue imponiendo su ritmo a los mercados de valores, tanto internos como externos. La reciente subida de Wall Street ha sido una simple reacción ante un retroceso de esta magnitud económica en Estados Unidos y los problemas que han encontrado los mercados españoles para unirse a ella se deben a los temores que provoca la inminente publicación del IPC de abril. Esta diferencia entre un dato ya conocido y otro del que sólo se sabe que no será bueno es la que explica el comportamiento de los inversores en esta última sesión. La subida de Wall Street había creado la ilusión de una situación similar en Madrid, y la mayoría de los inversores pensaron que podía ser un buen momento para vender al alza. La sesión comenzó, pues, con un marcado desequilibrio a favor del papel ante esa coincidencia en la opinión de que es mejor esperar a cubierto.Aun así, todavía hay valores capaces de atraer al dinero, como demuestre el que en la jornada del viernes se lograra un nuevo máximo anual de contratación, aunque casi todo el mérito es de la recién incorporada Repsol, que en esta última sesión se anotó su primer recorte. Algunas cementeras demuestran que la lucha por el control está adquiriendo unos tonos excesivos, mientras que el dinero de los mercados extranjeros empuja con fuerza a Endesa y el sector bancario nada entre las dos aguas de papel y dinero.

El nivel del negocio fue aceptable y las posiciones al cierre mostraban a un papel que cubría con facilidad una demanda tan abundante como selecta.

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