Incidentes en la votación de la censura contra un alcalde de Gerona

TERESA CENDRÓS, El alcalde de la localidad gerundense de Roses, Joan Bataller (CiU), suspendió anoche el pleno extraordinario del Ayuntamiento, después de que al comenzar la votación para decidir su continuidad o no al frente del consistorio, dos individuos disfrazados surgieran de entre el público, se llevaran la urna reglamentaria y la rompieran.

Ante unas 200 personas, visiblemente excitadas, que abarrotaban la sala de actos municipal de Roses desde más de una hora antes de iniciarse el pleno, y con la sola presencia de un miembro de la policía municipal, se desarrolló el pleno entr...

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TERESA CENDRÓS, El alcalde de la localidad gerundense de Roses, Joan Bataller (CiU), suspendió anoche el pleno extraordinario del Ayuntamiento, después de que al comenzar la votación para decidir su continuidad o no al frente del consistorio, dos individuos disfrazados surgieran de entre el público, se llevaran la urna reglamentaria y la rompieran.

Ante unas 200 personas, visiblemente excitadas, que abarrotaban la sala de actos municipal de Roses desde más de una hora antes de iniciarse el pleno, y con la sola presencia de un miembro de la policía municipal, se desarrolló el pleno entre los continuos abucheos de los asistentes a los seis concejales socialistas y al único del Partido Popular (PP), Pere Sanés, candidato a la alcaldía con el apoyo de los socialistas, que habían presentado la moción de censura.

Joan Bataller se limitó a interrumpir dos veces la sesión, que se prolongó más de una hora. El momento de mayor crispación ocurrió justo antes de iniciarse la votación, cuando dos hombres del público, disfrazados con unas mantas andinas y unos sombreros mexicanos, se llevaron la urna y la rompieron, con el apoyo del resto de los asistentes que, en pie, aplaudieron la acción de los dos individuos. Bataller suspendió entonces la sesión de forma definitiva.

Los conce ales socialistas y el del Partido Popular abandonaron la sala protegidos por la policía. El portavoz socialista en el Ayuntamiento, Jaume Noguer, calificó de "una vergüenza para el pueblo" lo sucedido durante la sesión.

Bataller negó que se tratara de un montaje y afirmó: "Si hubiera querido suspender el pleno, tenía motivo para hacerlo después de la intervención de Sanés, ya que no ha presentado un programa de gobierno tal como es preceptivo". El alcalde atribuyó a los socialistas el clima de tensión que se produjo durante el pleno.

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