Cartas al director

Transporte urbano y falta de fluido

Día 14 de niarzo, 7.15 de la mañana. Me dispongo a utilizar el metro como todos los días para acudir al trabajo. Espero 10 minutos dentro del vagón sin que nadie comunique la demora; se oye un aviso que nos indica que el servicio va lento porque hay falta de fluido eléctrico entre las estaciones de Banco a Sol. Me dispongo a coger otra línea y se me cierran las puertas en las narices.Tardo en llegar al trabajo 45 minutos, cuando lo habitual es 15 minutos.

Día 14 de marzo, tres de la tarde. Decido que voy a utilizar el microbús, ya que he tenido bastante con la experiencia del...

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Día 14 de niarzo, 7.15 de la mañana. Me dispongo a utilizar el metro como todos los días para acudir al trabajo. Espero 10 minutos dentro del vagón sin que nadie comunique la demora; se oye un aviso que nos indica que el servicio va lento porque hay falta de fluido eléctrico entre las estaciones de Banco a Sol. Me dispongo a coger otra línea y se me cierran las puertas en las narices.Tardo en llegar al trabajo 45 minutos, cuando lo habitual es 15 minutos.

Día 14 de marzo, tres de la tarde. Decido que voy a utilizar el microbús, ya que he tenido bastante con la experiencia del metro por la mañaria. Espero 10 minutos y aparece el microbús. Como es final de trayecto, descansa cinco minutos, con lo cual ya hace 20 minutos que salí del trabajo. (Pienso: esto tampoco funciona, debí coger el metro.)

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Llego a comer 20 minutos después de lo habitual.

Día 14 de marzo, 17.50. Me dispongo a utilizar el autobús para hacer una gestión rápida y retomar a casa. Espero cinco minutos; como es principio de trayecto, se descansa cinco minutos. Tardo 45 minutos -en un trayecto que habitualmente es de 20 minutos, pero es que hay mucho tráfico.

Día 14 de marzo, 19.15. Estoy contenta, ya que la gestión ha sido rápida. Me dispongo a utilizar el mismo autobús de regreso.

Cuando llego, hay bastante gente esperando. Yo también espero; espero y espero hasta 30 minutos, pero ya vienen dos autobuses. El primero para y nos comunica que sólo nos lleva hasta un punto determinado.

Me separo y aguardo a que venga el siguiente, como otras personas, pero el siguiente se pasa la parada como si fuese a una carrera de autobuses, con lo cual tengo que esperar a un tercer autobús, que aparece 10 minutos después. Como hay mucho tráfico, tardo 40 minutos en el regreso.

Abreviando, señor alcalde, que, echando cuentas, en un solo día un ciudadano puede invertir fácilmente más de tres horas de su vida esperando llegar a alguna parte.

Teniendo en cuenta que yo vivo en Ventas, es decir, en el centro de Madrid, ¡qué será de aquellos que vivan más lejos!-

Madrid.

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