Hermanos mal avenidos

El Fondo Monetario Internacional cuenta entre sus múltiples publicaciones con un breve opúsculo, editado en tres idiomas, que se distribuye generosamente estos días en todas sus oficinas. El título del folleto es El FMI y el Banco Mundial. ¿En qué se distinguen? La cuestión tiene su enjundia, porque ambos organismos, nacidos como hermanos en 1944 a raíz de los acuerdos de Bretton Woods, han mantenido una sorda rivalidad en los últimos tiempos que ha acabado por convertirse en un enfrentamiento público. Lo más crudo del conflicto se desató el año pasado, cuando el Banco Mundial decidió p...

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El Fondo Monetario Internacional cuenta entre sus múltiples publicaciones con un breve opúsculo, editado en tres idiomas, que se distribuye generosamente estos días en todas sus oficinas. El título del folleto es El FMI y el Banco Mundial. ¿En qué se distinguen? La cuestión tiene su enjundia, porque ambos organismos, nacidos como hermanos en 1944 a raíz de los acuerdos de Bretton Woods, han mantenido una sorda rivalidad en los últimos tiempos que ha acabado por convertirse en un enfrentamiento público. Lo más crudo del conflicto se desató el año pasado, cuando el Banco Mundial decidió prestar un conjunto de créditos por un total de 1.250 millones de dólares (que luego quedaron en mucho menos) a Argentina, mientras el Fondo Monetario Internacional, a quien correspondía esa función, estaba exigiendo a ese país la aplicación de un severo programa de ajuste antes de soltar un dólar. Los ejecutivos del Fondo Monetario Internacional (integrado por 1.700 técnicos, economistas en su mayoría) montaron el cólera contra los ingenuos misioneros del Banco Mundial (6.500 técnicos, mayormente orientados hacia la ingeniería, la medicina y las ciencias sociales), acusándolos de “inconscientes” y “manirrotos” y de “legos” en la compleja alquimia de las finanzas.

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El Fondo nació como organismo supervisor del comercio internacional y, tras 1973, cuando la guerra de Vietnam obligó a Estados Unidos a abandonar el patrón oro, pasó a controlar el equilibrio entre las divisas. Pero la creación de nuevos mecanismos indirectos para ejercer esas funciones y la aparición del problema de la deuda externa de los países en desarrollo, en los años ochenta, convirtió al Fondo Monetario en un gendarme dedicado a enderezar las conductas descarriadas de los países endeudados y a conceder los certificados de buena conducta que estos países necesitaban para recibir nuevos préstamos de la recelosa banca comercial. Sus créditos se conceden a corto plazo -casi nunca más de tres años- y se dirigen a corregir desequilibrios financieros coyunturales.

Usurpación de funciones

El Banco Mundial, en cambio, dirige sus fondos -ahora más abundantes que los del FMI, ya que el año pasado aprobó una ampliación de sus recursos por valor de 75.000 millones de dólares- a la creación de infraestructuras, fundamentalmente, y a la mejora de las condiciones de vida en los países en desarrollo. Sus préstamos se conceden a largo plazo, y con tipos de interés -de ahí han surgido no pocos problemas- sensiblemente inferiores a los establecidos por el Fondo Monetario Internacional.

El conflicto de Argentina, culminación de una larga historia de cruce; y usurpación de funciones entre uno y otro organismo -ambos con sede en Washington y ambos, frente a frente, en la calle 19- forzó la búsqueda de un nuevo reparto de funciones,

De la asamblea del Fondo y del Banco Mundial que se celebra ahora en Washington saldrá, según se anunció ayer, un comunicado conjunto de las dos entidades en el que se establecerá claramente la distribución de competencias de uno y otro organismo y con el que se intentará sellar la paz, restableciendo las viejas buenas relaciones entre los dos hermanos peleados.

Precisamente para asistir a la asamblea del Fondo llegó ayer a Nueve York el ministro de Economía y Hacienda español, Carlos Solchaga, que no pudo desplazarse a Washington a consecuencia del fuerte retraso con el que aterrizó el avión en el que se deslazaba, que tomó tierra en medio de un fuerte tornado.

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