La junta del Bilbao-Vizcaya revalida el primer proceso de fusión bancario español

La primera junta de accionistas del Banco Bilbao-Vizcaya (BBV) celebrada ayer en Bilbao ha significado de hecho la revalidación del primer proceso de fusión de dos grandes entidades bancarias españolas que constituyen así el primer grupo financiero del país. En sus respectivas intervenciones en la junta, los copresidentes José Ángel Sánchez Asiaín y Pedro Toledo hicieron continuas referencias al proceso de fusión, dedicando una buena parte de sus palabras a contentar el camino andado. Para ambos directivos, el proceso de concentración iniciado es ya irreversible.

ANDREU MISSÉ En palabra...

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La primera junta de accionistas del Banco Bilbao-Vizcaya (BBV) celebrada ayer en Bilbao ha significado de hecho la revalidación del primer proceso de fusión de dos grandes entidades bancarias españolas que constituyen así el primer grupo financiero del país. En sus respectivas intervenciones en la junta, los copresidentes José Ángel Sánchez Asiaín y Pedro Toledo hicieron continuas referencias al proceso de fusión, dedicando una buena parte de sus palabras a contentar el camino andado. Para ambos directivos, el proceso de concentración iniciado es ya irreversible.

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ANDREU MISSÉ En palabras de Sánchez Asiaín, "la tarea sustancial y la más difícil que conlleva un proceso de fusión ya la hemos realizado, anticipándose dos años a las previsiones del protocolo de fusión".Los resultados del banco en su primera rendición de cuentas confirman también la consolidación de esta experiencia de concentración bancaria. Pedro Toledo definió el año 1988 como "especialmente bueno para el accionista ya que la rentabilidad proporcionada por el BBV ha sido del 48% frente a un 22% de crecimiento registrado por los índices bursátiles".

Los beneficios del banco en 1988 se elevaron a 122.180 millones de pesetas con un incremento del 24,8%. Los activos totales ascienden a 7,08% billones de pesetas, con un aumento del 14,3% y los recursos propios (capital más reservas) alcanzaron un incremento del 54,5%. Los depósitos de clientes alcanzaron los 4,5 billones de pesetas con un crecimiento del 10,1%.

El banco cerró con un nivel bajo de resultados atípicos y el saneamiento de activos registrado alcanzó los 104.000 millones de pesetas, con lo que cubre la totalidad de riesgos domésticos, internacionales y de fondos de pensiones.

La junta aprobó un reparto de 275 pesetas por acción, incluidas las 25 pesetas por prima de existencia. De éstas, el dividendo complementario de 150 pesetas se hará efectivo el próximo 3 de marzo. Los accionistas que lo deseen podrán emplear estos últimos fondos a comprar acciones del banco una rebaja del 3%.

Comentando las principales magnitudes del banco, Pedro Toledo manifestó: "somos, por supuesto, el primer banco de España en cualquier magnitud que se considere, pero también, por ejemplo, somos el 32º de Europa y el 71º del mundo, en cuanto a volumen de activos. Si hablamos de beneficios", añadió, "somos el cuarto banco europeo y el 12º mundial".

La intervención en la junta de representantes de Comisiones Obreras, UGT y colectivos gallegos, en su calidad de accionistas y sindicalistas, creó ciertos momentos de incertidumbre. Los sindicalistas denunciaron la existencia de luchas de poder en varias áreas de la entidad y, sobre todo, "el incumplimiento del protocolo de fusión" al señalar que se habían despedido 1.500 empleados, temporales, violando el compromiso de mantenimiento del empleo. Ambos presidentes rechazaron las palabras de los sindicalistas y reafirmaron el principio que había sido puesto en duda por éstos de que "para nosotros, el personal sigue siendo el principal activo del banco". El responsable del personal señaló que de los 1.600 empleos temporales que habían citado los sindicatos, un millar correspondían a contratos de temporada turística, que se reanudaban anualmente, y que otros 500 eran, efectivamente, contratos temporales de seis meses que terminaban al agotarse esos períodos y que por tanto no podía hablarse de despidos.

Pedro Toledo enumeró los principales proyectos del BBV para 1989, entre los que figuran la creación de un nuevo banco para la distribución de productos financieros, la creación de una gran compañía de seguros, la constitución de una sociedad mediadora de valores y la expansión internacional, integrada de las actividades del mercado de capitales y monetarios.

El consejo del BBV, integrado por 40 personas, 20 del antiguo Bilbao y 20 del antiguo Vizcaya, controla el 6% del capital del banco. La auditoría de la memoria afirma que la autocartera del BBV representa un nivel del 1%. Toledo precisó que "esta cantidad ni siquiera llega al mínimo técnico necesario para dar liquidez al valor mínimo que nosotros pensamos que debe ser el 5%".

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