De puerta a puerta

Toc, toc. El retiro espiritual de María Ángeles Valdueza se quebró el jueves por la mañana.

Toc, toc. Los hombres del radón golpearon por segunda vez la puerta. Y la anciana de 74 años, vecina de El Escorial, recibió con ojos incrédulos a aquellos extraños que venían con una historia de no sé qué misterioso gas.

¿Está infectada la habitación?", preguntaba mientras las botellas de Quindós tragaban aire. "Midan, midan, que a esta edad ya no me asusta nada". Luego despidió a los huéspedes con una perorata sobre su colección de sombreros en miniatura.

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Toc, toc. El retiro espiritual de María Ángeles Valdueza se quebró el jueves por la mañana.

Toc, toc. Los hombres del radón golpearon por segunda vez la puerta. Y la anciana de 74 años, vecina de El Escorial, recibió con ojos incrédulos a aquellos extraños que venían con una historia de no sé qué misterioso gas.

¿Está infectada la habitación?", preguntaba mientras las botellas de Quindós tragaban aire. "Midan, midan, que a esta edad ya no me asusta nada". Luego despidió a los huéspedes con una perorata sobre su colección de sombreros en miniatura.

"La gente es tremendamente amable", señala Luis Quindós. "Nos suele recibir con los brazos abiertos, aunque en muchas ocasiones no se entera de la historia. Sólo recuerdo a un vecino que no nos dejó entrar porque no íbamos acompañados de la Guardia Civil".

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Quien avisa no es traidor. Y el equipo de la Universidad de Cantabria se pone en contacto con los caseros para que se cierren las habitaciones desde la noche anterior. Pero no siempre están listas las viviendas.

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A veces se actúa al asalto, como ocurrió con la pescadería Lo mejor del puerto, en San Martín de Valdeiglesias. En otras es el propio interesado quien sugiere el lugar ideal.

Es el caso de la alcaldesa de El Escorial, Concepción Núñez. Los hombres del radón fueron gentilmente conducidos hasta el lugar más recóndito de su chalé, un cuarto de radioaficionado que parece fácil presa del radón: granito en el suelo, granito en las paredes, poca ventilación...

La alcaldesa recibirá una carta en unas semanas. Entonces sabrá si su familia se dedica a su afición favorita en compañía de un invitado invisible que se llama radón.

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