Otra huelga general es impensable, según Gutiérrez
El secretario general de CC OO, Antonio Gutiérrez, afirmó ayer en Huelva que si el Gobierno y su presidente, Felipe González, no quieren reconocer y admitir las demandas sociales presentadas por los sindicatos en las mesas de negociación "están manteniendo una actitud torpe, negativa y pelígrosa, y supone un obstáculo para la convivencia social necesaria en cualquier sistema democrático". Negó, en cualquier caso, la posibilidad de pensar en estos momentos en una nueva huelga general.
El consejo confederal de CC OO, tras paralizar la marcha de las negociaciones ha considerado que el ...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
El secretario general de CC OO, Antonio Gutiérrez, afirmó ayer en Huelva que si el Gobierno y su presidente, Felipe González, no quieren reconocer y admitir las demandas sociales presentadas por los sindicatos en las mesas de negociación "están manteniendo una actitud torpe, negativa y pelígrosa, y supone un obstáculo para la convivencia social necesaria en cualquier sistema democrático". Negó, en cualquier caso, la posibilidad de pensar en estos momentos en una nueva huelga general.
El consejo confederal de CC OO, tras paralizar la marcha de las negociaciones ha considerado que el Gobierno "no es capaz, ni quiere extraer las verdades consecuencias sociales y económicas que animaron por encima de todo la jornada del 14 de diciembre", afirmó Gutiérrez momentos antes de clausurar unas jornadas de salud laboral organizadas por la federación de químicas y afines de CC OO. En este sentido, hizo pública su sensación de que el Gobierno "va a la negociación sin ningún ánimo de alcanzar un acuerdo".
Antonio Gutiérrez considera que la posición de los sindicatos ha venido siendo flexible hasta el momento frente a "la inmovilidad y la cicatería de recursos presentada por la Administración".
Al mismo tiempo, el secretario general de Comisiones Obreras, exigió claridad y que no "utilicen trucos en las mesas de negociación", refiriéndose a la diferencia de las cantidades barajadas por los representantes de¡ Gobierno respecto al coste social de las reivindicaciones presentadas por los sindicatos.