lncrementadas las medidas de seguridad en Barajas tras el atentado contra un avión de la Pan Am

El atentado que recientemente costó la vida a los 259 pasajeros de un vuelo de la compañía Pan Am de Francfort a Nueva York y a 15 habitantes de Lockerbie, en Escocia, ha ocasionado un incremento espectacular de las medidas de seguridad en el aeropuerto de Barajas. El aeropuerto madrileño estaba tomado ayer por Guardia Civil, policía, seguridad privada y encuestadores de pasajeros que preguntan en busca de sospechosos, sin contar las patrullas de policías de paisano. En el aeropuerto de El Prat, en Barcelona, sin embargo, no hay un incremento apreciable de las medidas de seguridad.

La F...

El atentado que recientemente costó la vida a los 259 pasajeros de un vuelo de la compañía Pan Am de Francfort a Nueva York y a 15 habitantes de Lockerbie, en Escocia, ha ocasionado un incremento espectacular de las medidas de seguridad en el aeropuerto de Barajas. El aeropuerto madrileño estaba tomado ayer por Guardia Civil, policía, seguridad privada y encuestadores de pasajeros que preguntan en busca de sospechosos, sin contar las patrullas de policías de paisano. En el aeropuerto de El Prat, en Barcelona, sin embargo, no hay un incremento apreciable de las medidas de seguridad.

La Federal Aviation Agency que dicta las normas de seguridad para las tres compañías norteamericanas que operan en invierno en Madrid, ordenó el pasado 30 de diciembre pasar por rayos X el 100% de los equipajes en lugar de dejar esta comprobación a juicio de los facturadores.Llegar al mostrador de El Al, líneas aéreas de Israel, es bastante difícil, incluso siendo pasajero. Como viene siendo habitual en esta compañía, dos jóvenes se abalanzan sobre las personas que merodean los al rededores para hacerles preguntas. Es el mismo cuestionario que emplean las compañías norteamericanas establecidas fuera de EEUU. El pasajero maleta en mano, debe contestar si ha dejado de verla en algún momento, si piensa que alguien le ha podido introducir algo en el equipaje o si ha aceptado las maletas de otra persona. Las preguntas realizadas sirven para que los encuestadores decidan sobre la presunta inocencia o culpabilidad del pasajero y le coloquen una etiqueta identificatoria. En caso de que alguna respuesta convierta al pasajero en sospechoso, su maleta y él deberán pasar más controles de los habituales. En El Al, según uno de sus jefes de seguridad, las precauciones "son las necesarias".

La compañía Pan Am, según explica su jefe de escalas, acaba de dar orden para que Iberia no acepte ninguna maleta en tránsito. "Queremos que sean los propios pasajeros quienes vengan por su tarjeta de embarque con sus maletas en la mano" Antes de facturar, tal como ocurre en El Al, los pasajeros responden un cuestionario.

En los últimos 18 meses, la Federal Aviation Agency ha incorporado 30 enmiendas a sus habituales normas de seguridad dependiendo de los momentos políticos que ha atravesado su país en cuanto a amenazas o adecuándose a los nuevos métodos terroristas.

En esta última ronda de advertencias -enviada cuatro días antes del derribo de dos cazas libios por parte de EE UU y, nueve días después de la explosión en vuelo del avión de la Pan Am- se explica que el pasajero no tendrá acceso a su equipaje una vez facturado y que, para evitar manipulaciones posteriores, las maletas se encerrarán en un contenedor precintado.

El portavoz de una compañía norteamericana explicó que se ha reforzado las medidas mediante: la contratación de la seguridad privada a Iberia. Esta vigilancia adicional llega a tener un coste por hora de 5.000 pesetas.

TWA, que junto con American y Pan Am son las otras compañías que operan en España, es la única que tiene su propio personal de mantenimiento en tierra; las otras dos utilizan servicios de otras compañías.

El catering se revisa doblemente y el lugar donde se guarda está vigilado las 24 horas.

La Guardia Civil y la policía explicaron que habían reforzado sus equipos y que los habían adecuado a las solicitudes de las compañías aéreas que operan en este aeropuerto. La compañía Swissair explicó que mantenía las medidas de seguridad habituales, la azafata del mostrador de ventas de Air France aseguró desconocer si se habían tomado iniciativas y los británicos de la British Airways contestaron con un no comment.

Tranquilidad

El aeropuerto de El Prat de Barcelona presentaba ayer un aspecto de total normalidad con respecto a las medidas de seguridad, aunque registraba las incidencias derivadas de la huelga de los trabajadores de mantenimiento, que obligó a anular 20 vuelos, informa Anna Galceran. Fuentes de la Delegación del Gobierno en Cataluña manifestaron ayer que no se habían tomado medidas especiales a raíz del derribo de dos cazas libios.

Las posibles represalias de Libia no han supuesto tampoco la adopción de medidas adicionales por parte de las compañías aéreas estadounidenses, según informó Antoni Alvarado, director de TWA en Barcelona. Alvarado señaló, no obstante, que su compañía había extremado las medidas de seguridad habituales, que son muy estrictas desde que hace tres años un avión de la compañía fue secuestrado durante un vuelo Roma-Atenas. Fuentes gubernativas añadieron que en esta ocasión las compañías no habían solicitado la colaboración de la Administración. Las compañías aéreas internacionales no consideran el aeropuerto de Barcelona como "de alto riesgo".